Bajo la premisa de que el arte debe llegar a todos, con la evidente connotación de que el artista debe cobrar y vivir de ello, Ana Cristina Medellín Gómez imparte clases en la licenciatura en Arte Danzario en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), haciendo énfasis en que los estudiantes deben aprender a gestionar recursos para sostener sus producciones.
“Dentro del arte, hemos vivido una contradicción social, pensamos que la cultura debe estar al alcance de todos, pero eso no significa que el que realiza el espectáculo no cobre nada”, puntualizó.
Tomando como referencia el caso de Cirque du Soleil, mejor conocido como Circo del Sol, Cristina Medellín asegura que si un espectáculo de ese nivel —con sede en Quebec, Canadá— puede cobrar desde $1,000 hasta $20,000, en nuestro país también se debe valorar el arte para pagarlo, sin embargo, la docente reconoce que el error recae en el mismo artista.
“Lo que falta es mejorar nuestra forma de vernos a nosotros mismos como artistas”, advierte y asegura que su labor es encaminar a sus alumnos a no depender económicamente sólo de las becas.