Escritores, periodistas, políticos y miembros de la comunidad cultural lamentaron ayer el deceso del periodista, dramaturgo y narrador Jaime Avilés, quien falleció a los 63 años de edad. Avilés sufría de un cáncer de pulmón que se había extendido al cerebro.
Polemón, publicación dirigida por Avilés, dio a conocer que la hija del periodista les informó de su muerte y agregó que él “estaba dando una dura batalla, pero las fuerzas de la enfermedad desgraciadamente fueron muy poderosas”.
Jaime Avilés Iturbe nació en 1954 en la Ciudad de México; fue periodista, dramaturgo y narrador, activista político, marinero y actor. Escribió para medios como Unomásuno, La Jornada y Proceso.
Bajo el seudónimo de “Lumbrera Chico” publicó muchas de sus crónicas que con el tiempo se convertirían en los libros La rebelión de los maniquíes y Los manicomios del poder; formó parte de la antología A ustedes les consta, editada por Monsiváis en 1980, que reúne a los mejores cronistas. Avilés fue corresponsal de guerra en Nicaragua en 1979, cubrió la invasión militar estadounidense en 1983 y también el levantamiento zapatista en 1994.
El INBA y la Secretaria de Cultura de la Ciudad de México lamentaron el deceso en Twitter. La Secretaría de cultura indicó que fue un “cronista de voz insumisa en los cambios sociales que testimonió”.
Andrés Manuel López Obrador dijo que Avilés fue “símbolo de la prensa independiente, apasionado y rebelde, defensor de causas justas.”