Fue inaugurado el Taller de Arte y Diseño La Noria, que ofrece un espacio digno de inspiración, tanto para creadores como para apasionados coleccionistas de arte que buscan adquirir obras únicas.

En un ambiente rodeado por la naturaleza, el aire puro de Huimilpan, y colindando con los parques Cimacúatico y Cimatario, se albergan tres espacios; uno dedicado a la galería para exhibición y venta al público, otro consistente en una biblioteca con un acervo de obras literarias y un taller de creación.


Un espacio para el arte
Un espacio para el arte

Tanto jóvenes como artistas consolidados cuentan con un nuevo sitio para dialogar, crear redes y materializar su talento.


Este recinto nació bajo la concepción de Nieves Moreno, artista discípula de Carlos Orozco Romero —concuño de Diego Rivera—, quien lo ideó como un intercambio de residencia artística.

“No me voy por el camino fácil y así es como se ha logrado La Noria, con esfuerzo y constancia, e incluso he dado talleres en Europa, Estados Unidos, y para niños con la esposa del ex presidente de México, Adolfo López Mateos”, compartió Moreno, quien ve el arte como una oportunidad para seguir hablando cuando ya no se está fisicamente.


Un espacio para el arte
Un espacio para el arte

Judith Guerrero, quien funge como directora del recinto, destacó que próximamente habrá un espacio dedicado a las artes escénicas y música.


El taller galería funciona bajo la batuta de Judith Guerrero, quien trabaja de la mano de tres jóvenes artistas, quienes recientemente pintaron los murales que pueden apreciarse en el Aula Forense de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

“En el espacio de producción La Noria encontrarán pintura, escultura en gran formato y en un futuro, habrá un patio central para artes escénicas y cuestiones de música. También habrá talleres de pintura, escultura y barro, este último será impartido por Nieves Navarro”, detalló la directora Judith.


Un espacio para el arte
Un espacio para el arte

Nieves Moreno es la impulsora del Taller de Arte y Diseño La Noria.


Asimismo Guerrero aseguró que es posible “vivir bien” del arte. “Aquí todo lo que se exhibe está en venta porque los artistas debemos vivir de nuestras obras y producción (…) si bien dicen que el arte no tiene precio, pero el producto final del artista sí, y eso siempre tenemos que defenderlo para que se pueda vivir bien, como en cualquier otra profesión”.

Con un brindis, en el que Judith presentó a los jóvenes que colaboran con ella, aprovechó para agradecer a Vicente López Velarde, padrino de la inauguración y donante de los libros de la biblioteca, así como a artistas, familiares y amigos que han logrado materializar un espacio para la libre creación artística.

“El arte y la unión de la humanidad nos hace rebasar fronteras, eliminar problemas y crecer como seres humanos junto a las obras que realizamos”, expresó. Redacción

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