Durante la entrega de la primera edición del Premio de Museología Crítica William Bullock-FEMAM, especialistas coincidieron en la necesidad de replantear el museo como un espacio de discusión que genere un impacto real en comunidades específicas, más allá de modelos hegemónicos y jerárquicos de exposición del arte.
“La museología crítica busca potenciar la relación con los espectadores. Hay que volver al espectador para involucrar comunidades, buscar un discurso incluyente a través de sus salas y en la formación de cuadros profesionales para una incidencia en la práctica cotidiana” explicó Luis Gerardo Morales, de la ENCRYM del INAH.
El galardón fue entregado por la Cátedra Extraordinaria de Museología Crítica William Bullock y la Federación Mexicana de Amigos de los Museos (FEMAM) en una ceremonia en el MUAC. Apoya investigaciones, curadurías, acciones comunitarias y programas académicos que replanteen el papel de los museos.
Para el premio se evaluaron 25 proyectos. El ganador, que recibe una beca de 250 mil pesos, fue el Museo Comunitario y Club de Lectura Sierra Hermosa, de la curadora Natalia de la Rosa, realizado en colaboración con el colectivo Bikini Wax EPS, el Instituto Zacatecano de Cultura y el Social Practice Lab-Duke University.
De la Rosa explicó que el proyecto inició de forma comunitaria hace 17 años, con una donación de 200 libros por parte del Instituto de Cultura del Distrito Federal a una localidad de 250 personas de Sierra Hermosa, Zacatecas. A partir de ello inició un club de lectura que comenzó a brindar alternativas distintas a la migración y al proceso de trabajo agrícola para los niños de la zona. Además se generaron talleres textiles y una galería con donaciones de 70 obras de artistas como Manuel Felguérez, Rafael Coronel y José Luis Cuevas; todo ello con una conciencia de autogestión comunitaria.
“Se me ocurrió colaborar a través de la noción de museología crítica, para repensar la noción de exhibición y la vinculación del espacio público desde una conciencia poscolonial, de manera que pudimos ayudar a extender el proyecto a comunidades aún más pequeñas; buscaremos complementar y generar mayor autonomía de la población con más talleres, recuperación de oficios y aumento de actividades en la biblioteca, que ahora rebasa los 6 mil ejemplares; la idea es dejar un registro en exhibición de todas estas actividades y que continúe de forma independiente”, explicó.
El ganador se presentará en el coloquio “Museo Foro, espacios museales para un Mundo Intolerante”, en octubre en el Centro Cultural Universitario. Recibieron mención honorífica La Desmoderna, de Jota Izquierdo, productora móvil que lleva contenidos culturales y Curtiduría/Art Division. Arte Transfronterizo, de Demián Flores.
“El museo es un espacio político de contradicción, con luchas de poder. Es buen momento para celebrar que hay conciencia, pero es importante visibilizar el conflicto y practicar nuevas estrategias”, dijo la investigadora Karen Cordero.