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Una carnicería, una panadería, un salón de belleza, la tiendita de siempre, una relojería y hasta una vulcanizadora, son los escenarios que Rubén Mejía eligió para contar historias a través de su obra fotográfica: Changarros Queretanos, serie de 15 imágenes que se inaugura el próximo sábado 17 de febrero, a las 12:00 horas, en el Museo Regional, como parte de la primera edición del Encuentro Fotográfico Querétaro (ENFOQUE).
Una fiesta para los sentidos, con la esencia del cómic y el color a tope para exaltar a sus protagonistas, es como Rubén describe su primera exposición individual.
En 2014 hizo la primera foto del proyecto, un año antes llegó a instalarse a Querétaro y la forma de conocer la ciudad fue por medio de los changarros. “Cuando llegué no conocía mucho, estaba solo y esa fue una forma muy particular de acercarme a la gente queretana”, explica Mejía.
“La última charola de pan dulce”, en cuanto a composición, es un remake fotográfico del cuadro “La última cena”. Tiene como escenario una panadería y los protagonistas son los mismos trabajadores del lugar.
En todas las fotos los personajes principales son los dueños de los negocios, personas a las que Mejía convenció —aunque no fue tarea fácil—, pero al final quedaron agradecidos, sin palabras y en algunos casos hasta el punto de las lágrimas, y todos ellos estarán en la inauguración.
“Parte del proyecto es que se cierre esta interacción, que ellos vean su foto, se vean en formato grande, convivan con el público y den autógrafos; toda esta generación de vínculos es parte de mi proyecto”, detalla el fotógrafo a EL UNIVERSAL Querétaro.
Y aunque los personajes son reales, las fotos tienen un alto grado de idealización, de ficción; además, cada elemento está pensado para contar una misma historia, pero también son detalles que marcan la esencia de Rubén.
“Yo las veo como auto representaciones, porque cada vez que miro la fotografía encuentro cosas que no veía antes, que tienen que ver conmigo, con mi forma de ser y estar con el mundo, entonces pienso que cada vez que las vuelvo a ver me encuentro con cosas que tienen que ver conmigo, por eso yo digo que son auto representaciones”.
La exaltación del color es un sello que destaca en la obra de Mejía. “Como fotógrafo tengo una obsesión por los colores, me llaman, me emocionan, y aunque hago fotos en blanco y negro, luego las termino coloreando, no sé por qué”.
Las 15 fotografías de Changarros Queretanos corresponden sólo a la primera parte, pues el joven artista ya está en busca de más negocios para darle continuidad.
“Este proyecto tiene que ver con mi relación con la queretaneidad y pienso seguir fotografiando negocios, porque creo que quedaría muy sesgada una visión con un título tan pesado, si no incluyó más negocios, entonces sí hablaría de una segunda parte”, adelanta.
Rubén Mejía es egresado de la Escuela Activa de Fotografía y ahora es docente en el campus Querétaro, su acercamiento con la foto comenzó por el interés de incursionar en el cine. Hoy tiene en claro seguir con la fotografía y más adelante hacer videos musicales.
Además de sus changarros, el joven tiene en puerta dos nuevos proyectos de foto de autor: Fantasías glas, que será de foto erótica, y Rescates, remake relacionado a la escultura “La Piedad” de Miguel Ángel y su relación con rescates de la sociedad contemporánea.