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La Dirección de Danza de la UNAM, a cargo de la coreógrafa Evoé Sotelo, decidió eliminar 12 clases de las 95 que se ofrecían en los Talleres Libres de Danza UNAM; y alrededor de 150 usuarios no podrán continuar en esos horarios. La razón, explicó la funcionaria, es garantizar la limpieza de los salones que, aseguró en entrevista, estaban a punto de convertirse en un foco de infección.
Hace unos días, alumnos de los Talleres publicaron en la plataforma de Change.org, una queja por la eliminación de los horarios y que la dependencia no ofreció alternativas para continuar con las clases; hasta el momento cuenta con 2 mil 600 firmas y una copia fue entregada en la oficina del rector, Enrique Graue. Los firmantes aseguraron que en ocasiones ellos mismos han tenido que atender las cuestiones de limpieza de los espacios en donde se desarrollan los talleres; indicaron que con la decisión “lesionan gravemente la difusión de la cultura universitaria” y pidieron dar marcha atrás a la eliminación de los horarios.
En entrevista Evoé Sotelo aseguró que los Talleres Libres y los Recreativos (antes, Seminario del Taller Coreográfico de la UNAM), son proyectos fundamentales para la Dirección de Danza UNAM. Sostuvo que el semestre pasado había 95 horarios, se eliminaron 12 y se reprogramaron 83. “El impacto, en realidad, no es tan grande si tomamos en cuenta el beneficio, pero entiendo el disgusto de las personas que estaban en los talleres eliminados”, aseguró.
Las clases eliminadas son: 4 de baile de salón, divididos en tres maestros; 1 de danza afro, 2 de contemporáneo, 1 de flamenco, 1 de árabe, 1 de danza hindú y 2 de danza jazz. Hubo cambio de horario y espacio de 3 talleres.
“La coordinación académica, a través de su titular, Paola Aimeé, hizo una evaluación acuciosa sobre cómo se están realizando los talleres. Encontramos que durante el semestre se enviaron muchísimas quejas sobre la falta de mantenimiento y limpieza de estos espacios, específicamente del salón José Limón y del Imán; así que para nosotros fue muy importante atender estas demandas que no sólo eran legítimas, sino que llegaron a un punto en el que no era posible desatender”, explicó.
Sotelo sostuvo que no existía un correcto sistema de mantenimiento y limpieza, debido a la “sobresaturación”. “Tenemos talleres que iniciaban a las 7 de la mañana y concluían a las 10 de la noche, de lunes a domingo. No hay espacio para la limpieza, son continuos los horarios. La única salida que encontramos para resolver el asunto fue hacer cortes en medio de los horarios para que el servicio de limpieza entre a los salones; además, vimos que necesitamos un día a la semana para hacer una limpieza profunda. Todos los que hemos entrenado en danza sabemos que el piso debe atenderse porque es un foco de infección. Los Talleres son competencia de la Dirección de Danza y nosotros no podemos delegar a los usuarios el servicio de limpieza”, dijo.
Agregó: “Buscamos una salida que afectara lo menos posible a los talleristas. Por ejemplo, seleccionamos a los maestros con mayor número de clases y redujimos sus horarios tratando de afectar lo menos posible sus intereses. Seleccionamos los domingos para la limpieza profunda y comprendo que esté causando inconformidad, pero se determinó ese día porque es cuando podemos contar con un equipo para realizarlo porque entre semana hay otros espacios que debemos atender”.
De acuerdo con la carta que se publicó en la plataforma, los alumnos indicaron que otra de las razones que se dieron para la eliminación de horarios fue la seguridad. Sotelo, lo rechaza.
“Durante el semestre tuvimos dos avisos en este sentido, en un curso a una persona le robaron su celular en el transcurso del salón a su domicilio; y otra persona tuvo otro problema relacionado con un problema de seguridad, ignoro si le robaron su celular o alguna otra pertenencia. Ambos casos ocurrieron a la salida. Se ha manejado que nosotros dijimos que esta era una de las razones, pero no es así. Dos casos no son significativos para convertirlos en una razón. La principal, documentada, son las muchísimas quejas sobre la mala limpieza”, refirió.
Sobre la situación de los maestros, Sotelo aseguró que ellos tienen un contrato como prestadores de servicio y sus honorarios dependen del taller que imparten. Los Talleres cuentan con alrededor de 40 maestros y su relación laboral con la UNAM “es totalmente legal”. La coreógrafa dijo que en la última semana la Coordinación Académica se ha reunido con 20 maestros para explicar los reajustes.