A finales del año pasado se puso sobre la mesa uno de los temas torales en el proceso de reconstrucción: ¿la seguridad estructural de los inmuebles debía ser más importante que la restauración de los valores artísticos? A un año de los sismos que afectaron 2 mil 221 inmuebles, el INAH y los especialistas de diversas instituciones, como la UNAM, tienen claro que se privilegiará la seguridad.
En entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL, el coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, Arturo Balandrano, informó que han avanzado en la realización de proyectos de restauración y que se han requerido análisis históricos e informes detallados sobre mampostería y tipo de piedras, entre otros, con el fin de poder recuperar la autenticidad e integridad de los monumentos históricos.
Sin embargo, el criterio de restauración no sólo será la recuperación, sino también hacer un esfuerzo de “fortalecimiento estructural a los inmuebles que permita que en el siguiente sismo —porque sabemos que volverá a ocurrir—, puedan transitar por esas situaciones de manera exitosa y sin tantos daños como los que sufrieron el año pasado”, indicó.
El funcionario agregó: “Creemos que es un deber del INAH y de la Secretaría de Cultura, atender, primero que nada, la seguridad estructural de los inmuebles y en segundo término la restauración de sus valores patrimoniales. Este es el compromiso que tenemos y por eso nos hemos tardado tanto tiempo; primero teníamos que conseguir los recursos y ahora estamos haciendo los proyectos de reestructuración”.
Balandrano citó el caso de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicada en la colonia Guerrero, cuyos daños implicarán uno de los mayores retos de restauración.
“Hoy sabemos que la cúpula colapsó por el subsuelo, porque está ubicada en una zona que anteriormente era un lago, sin embargo, en el siglo XX se hizo una recimentación del templo y eso permitió que la estructura total de la iglesia no se cayera; en cambio, la bóveda era muy pesada y las linternillas no soportaron el peso, por eso estamos haciendo los análisis para poder restituirla tal y como era en términos de su volumetría y de su calidad artística y decorativa, pero con materiales más ligeros. Estamos en la discusión interna entre los técnicos del INAH y del Instituto de Ingeniería y otros especialistas para hacer las dos cosas, sobre todo para garantizar la seguridad”.
La restauración de inmuebles con daño menor (890), dijo, será concluida este año; los catalogados con daño moderado, que son 1019, ya están siendo intervenidos; mientras que con los que tienen daño mayor (431) se continúa en el análisis. También habló sobre que ya existe un acercamiento con el equipo de transición para informar sobre el proceso de construcción.
Si los valores artísticos comprometen la seguridad estructural, ¿se garantizará la seguridad?
Siempre, siempre vamos a buscar que en el siguiente temblor la seguridad de los usuarios de los monumentos históricos esté por encima de todo. Este criterio se usará en todos los casos, estamos haciendo, verdaderamente, un trabajo comprensivo y muy intenso en cada inmueble. Por ejemplo, en la iglesia de Santa Rosa Xochiac, en Cuajimalpa, se trata de un daño moderado, la cúpula se fracturó y una de las primeras prioridades es que no vaya a colapsar, el esfuerzo es extraordinario para prevenir esto. En este momento tenemos más de mil obras en las que ya se está trabajando en Oaxaca, Puebla, Morelos, Guerrero. Y ya hemos asignado a empresas con menor capacidad y experiencia las obras menores porque podrán aprender más con la guía del Instituto y en un futuro tendremos más gente capacitada. Mientras que en los inmuebles severos estamos trabajando en los procesos de análisis estructural.
Se estableció que el monto para la restauración sería de 12 mil millones de pesos. ¿Se mantiene?
Se hizo una primera estimación y en todos estos meses hemos trabajado de manera específica en cada inmueble y mueble dañado, y la conciliación con el seguro ha sido muy exitosa. Cada evento tenía un tope de la póliza de 3 mil 500 millones de pesos, es decir, que el seguro podía pagarnos hasta 7 mil millones, hasta ahora hemos llegado a una conciliación de 5 mil 200 y falta un porcentaje pero no podría variar mucho. Si sumamos lo que se entregará por el Fonden, que es de 6 mil 500, creemos que esto será suficiente. Estamos en la parte final de la conciliación de los seguros. Ya hemos conciliado 96% de los inmuebles y en 98% de los bienes muebles. Lo que estamos asegurando es que todo tendrá recursos. (Diego Prieto, director del INAH, informó que en el primer evento el seguro fue por mil 600 millones, y en el tercero se busca el tope de 3 mil 500).
¿Se habló de la participación de fundaciones y países?
Sí, esa fue la tercera vía. Ha sido bienvenida desde el principio, la fundación Slim, Harp Helú, Jenkins, Azteca, han colaborado. También ha habido naciones amigas y se trabaja en la concreción de esas ayudas. Recientemente tuvimos una reunión con especialistas italianos que nos están ayudando con parte de su personal académico y de sus estudiantes, con ellos vamos a establecer criterios de recuperación en patrimonio afectado en el Estado de México y en Morelos. Estamos sumando los esfuerzos que necesitamos.
¿Cómo va el proceso de restauración de las esculturas de la Catedral Metropolitana?
El proceso de restauración de la Catedral es un proyecto amplio e integral. El conjunto escultórico de los tres virtudes teologales fue lo que más llamó la atención cuando cayó una de las esculturas hace un año. El INAH tomó la decisión de restaurar la escultura que colapsó, para ello se recogieron todos los fragmentos de la escultura, se resguardaron y se protegieron. Se está trabajando en un proyecto de restauración por parte de los especialistas del Instituto. También vamos a hacer un proceso de restauración de las otras esculturas que se bajaron de sus pedestales, que también tuvieron daños pequeños y subirlas de nuevo con una protección contra los efectos de lluvia ácida y la contaminación que dañan la cantera. Estamos en este proceso y creemos que va a tardar algunos meses.
¿Continúan en los análisis?
Una de las prioridades era asegurar los recursos necesarios para hacer la restauración de todos los inmuebles afectados. Durante estos meses hemos trabajado en garantizar los recursos financieros para hacer la restauración de la totalidad de los inmuebles, así como de más de 6 mil bienes muebles que estaban resguardados dentro de los templos, son esculturas, pintura mural, arte sacro, mobiliario histórico, campanas y púlpitos. La buena noticia es que con el Fonden y con la póliza de seguros con Banorte ya se tendrán los recursos necesarios. Hemos estado trabajando en los que nos han costado menos labor para ponerlos al servicio de sus comunidades. Hablamos de más de 450 ya entregados. Hay casos muy complicados por los colapsos. Respecto a la Catedral, se continúa en el proceso de terminar el proyecto, se hará todavía una licitación para el proyecto final, ya contamos con una primera aportación del Instituto de Ingeniería de la UNAM, que nos ha ayudado a prefigurar el reforzamiento estructural de las torres, bóvedas y muros. También trabajaremos para definir qué empresa con capacidades para hacer una obra tan magna puede llevarla a cabo con la supervisión del INAH.
¿Hay acercamiento con el equipo de transición sobre este tema?
La nueva secretaria ya convocó a una reunión con el INAH y con su equipo para poder hacer una revisión de los temas principales de su agenda. Ya tuvimos una primera reunión hace varios días y se planteó una agenda para poder aportar al equipo entrante toda la información de los proyectos del INAH y uno de los temas prioritarios es la recuperación de los inmuebles afectados por los sismos.