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La música es comunicación, pero cuando no hay pasión, energía y estudio, no se puede lograr ese momento de conexión con el público, explicó el director de orquesta Bartholomeus-Henri Van de Velde a los alumnos del Conservatorio de Música “José Guadalupe Velázquez”.
El maestro Bartholomeus nuevamente fue invitado a dirigir la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ), en un concierto con obras de Schumann y Tchaikovsky, y previo a la presentación, el músico se dio tiempo para visitar el conservatorio queretano –institución que comenzó a escribir su historia en 1892–, donde compartió su experiencia con los jóvenes que desean dedicarse a la música de por vida.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, el afamado director belga comentó que no es fácil la carrera del músico, como no lo es cualquier otra profesión, pero la disciplina, el estudio y el entender que la música también se canta, son importantes para todo instrumentista.
“Cualquier músico, no importa el instrumento, debe aprender a cantar la música, porque si no puede cantarla no podrá tocarla. Normalmente los niños cantan bien, cantar es algo natural, entonces hay que cantar naturalmente y eso es algo que ellos deben entender. De la música de compositores como Beethoven que han pasado por muchos años, siempre se aprende, y siempre hay algo nuevo que aprender para un músico”.
El escuchar es importante para el músico, porque esta acción es parte del proceso comunicativo. También les explicó que el tocar no es una acción que se limita a manipular el instrumento, sino que se conecta el cerebro, el cuerpo y las sensaciones para lograr una buena ejecución. Y reiteró que el gran problema con la música es no lograr la comunicación, pero “todas las dificultades tienen una solución”, les dijo a los jóvenes estudiantes.
El músico Van de Velde ha sido invitado en seis ocasiones a tocar con la OFEQ y asegura que hará más peticiones para venir a Querétaro y compartir con la máxima agrupación de música que existe en la entidad.
