Luego de convertirse en solista dentro del English National Ballet y ganar en junio pasado el premio Benois de la Danse al mejor bailarín, Isaac Hernández afirma que quiere dignificar las artes, la danza y a otros ámbitos de la cultura mexicana alrededor del mundo. En entrevista, el bailarín adelanta que en menos de seis meses quiere presentar en la capital el proyecto.
“Ahorita estoy justo en el proceso burocrático para fundar la federación de nuestra iniciativa en México. Creo que va a ser el proyecto de mi vida porque es enorme y muy ambicioso pero muy emocionante. He podido seguir muy de cerca lo que han significado las industrias creativas para la economía británica, es la economía que más rápido crece y es algo que ni siquiera hemos considerado en México y que apenas estamos moviendo la idea de cuantificar y de dignificar las industrias creativas mexicanas, que tenemos muy bien desarrolladas, como el cine, la moda, el diseño y las bellas artes”, dice.
Con este proyecto, Hernández espera impulsar a las artes para que tengan el mismo impacto que ha visto tienen en otras partes del mundo. “Queremos apoyar y desarrollar el talento mexicano como una industria que pueda ser uno de los motores más importantes de la economía mexicana y una herramienta fundamental para la transformación del país y reestructuración del tejido social. Es un proyecto bien ambicioso porque va más allá de la danza y el teatro, y creo que tiene el poder de transformar la manera en que la cultura se produce y que nos puede posicionar. Es un proyecto que espero poder compartir con los medios en marzo”.
Isaac estrena hoy la campaña “Chingones Hasta en la Muerte”, de la mano de cerveza Victoria, en la que reinterpreta el viaje al Mictlán, musicalizado por una versión especial de “La Llorona”, a cargo de Geo Meneses y Banda Bastón y que será vista en TV abierta, de paga, plataformas digitales y salas de cine. Además del esfuerzo que implicó su realización, el bailarín destaca la importancia de poder usar el arte como un puente de comunicación.
“Mi papá me lo puso muy claro cuando era niño: uno de los más grandes privilegios que tenemos como seres humanos era el de hacer algo por alguien más y eso se puede hacer eso de diferentes maneras. Con el simple hecho de dar el buen ejemplo, de seguir una vida con propósito, iniciativa, creatividad, puedes llegar a inspirar a otros jóvenes a que cambien. Más que una responsabilidad es un privilegio que no se puede dejar pasar."
“La campaña fue muy compleja y lo que más me interesó es que iba a tratar un tema tan fundamental para nosotros como el Día de Muertos. Me ilusionó muchísimo poder compartirlo con mi hermano Esteban, lo filmamos en Islandia porque, literal, yo no tenía ni dos días para poder viajar, fueron llamados desde las cinco de la mañana en maquillaje y fueron días muy largos, pero muy emocionantes porque había un equipo creativo extraordinario, tenía a mi hermano y estábamos tratando de crear algo que fuera más allá de un comercial, que fuera una pieza que nos representara como cultura o país”, concluye.
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