El Teatro de la Ciudad fue el escenario que recibió a más de 30 artistas en escena, quienes interpretaron los grandes clásicos de The Beatles, con un performance escrito y dirigido por Ivonne Ruíz.
Miles de curiosos, fanáticos y público en general se reunieron en punto de las siete de la noche para escuchar 21 piezas clásicas de la banda inglesa como “Dear Prudence”, “Get back” y “Hello, Godbye”, entre otras.
El circo del Sargento Pimienta es un espectáculo que rinde tributo a la agrupación, que se concibió dentro de un trabajo de investigación integral por parte de Ivonne Ruíz, en el que invitó a diversos talentos locales, algunos de ellos artistas de formación y otros tantos creados en las tablas, es decir, en la práctica.
Familias completas disfrutaron de una variedad de números artísticos de diversas áreas como jazz, ballet, danza aérea, contemporánea y acrobacias; todas acompañadas del sonido en vivo de Opus Verona, banda queretana fundada en 2016.
“The Beatles es un grupo que siempre es efectivo, es música que genera energía y produce alegría. Conociendo el repertorio estuvimos estudiando las canciones que aportaran a nuestro proyecto con la intención de ver al público entretenido y contagiado de la emoción”, detalló Ruíz.
La puesta en escena fue estrenada en el 2012 y desde entonces no han dejado de ofrecer funciones en diferentes escenarios de la ciudad. Es un espectáculo escenográficamente minimalista y se apoya principalmente en el juego de luces.
Para esta ocasión la función fue única y gratuita, pues formó parte de las 65 actividades culturales del segundo Festival Internacional de Artes Escénicas Querétaro 2017, que ha tenido presencia en el centro de la ciudad desde el 11 de octubre, hasta el día de hoy.
Por otra parte, retomando la puesta en escena, uno de los mayores retos para la producción de El circo del Sargento Pimienta es la cantidad de personas que participan en el escenario, pues desde los ensayos es difícil encontrar el momento indicado en el que todos los artistas coincidan en tiempos, además la coordinación al momento del espectáculo debe ser esencial para una presentación exitosa.
Durante más de una hora los presentes gozaron de piezas representativas que siguieron el repertorio con “While my guitar gently weeps”, “I am the Walrus” y “Golden Slumbers”, que fueron algunas de las melodías que engalanaron la velada.
Uno de los momentos más representativos del espectáculo llegó con la canción “Here comes the sun”, con la que las luces del recinto se apagaron por completo y por unos segundos únicamente se escuchaba el sonido de la banda, de repente círculos de luz crearon una entretenida coreografía que sorprendió al público.
Los aplausos de los asistentes retumbaban en el recinto, mientras que los gritos de asombro de los más pequeños de las familias se distinguían.
“El teatro tiene muchas funciones y una de ellas es la función social, el talento comparte emociones y la calidad de un momento de distracción”, concluyó Ivonne Ruíz.