El premio nobel de Literatura Mario Vargas Llosa aseguró hoy que "el largo trabajo de construir una historia, de construir un libro, está plagado de incertidumbre", porque el escritor "no sabe lo que va a ocurrir con aquello que escribe, una vez que está impreso en letras de molde".
El escritor "se pregunta qué ocurrirá y si llegará a conmover a los lectores o pasará sin ruido y sin dejar una huella en el mundo tan indescifrable y misterioso del mercado de los libros", afirmó Vargas Llosa, que ha recibido hoy en Málaga (sur) la Medalla de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo.
"Escribir es una vocación extraordinaria y exaltante, que enriquece mucho, pero escribir significa también aislamiento, dificultad, desmoralizaciones temporales y, sobre todo, pasar grandes periodos en soledad", añadió.
Es en esos momentos cuando todos los escritores sienten "la necesidad de un apoyo, una ayuda o un estímulo" que les permita "enfrentarse a las dificultades del trabajo de escribir".
Por ello, ceremonias como la entrega de la Medalla de la Academia de San Telmo tienen para Vargas Llosa "una importancia fundamental", porque "uno siente que lo que hace tiene sentido, que de alguna manera toca algunos espíritus, los emociona y los conmueve".
"Nada puede defender mejor a un escritor contra la sombra temible de la desmoralización como saber que lo que hace tiene un sentido y una razón de ser", según Vargas Llosa.
El escritor hispano-peruano se felicitó por recibir esta distinción en Málaga, una ciudad que a su juicio ha experimentado una "transformación prodigiosa", en la que "el aspecto que más hay que elogiar es que en esa transformación ha sido protagonista central la cultura".
bbg