“A pie de calle” fue el nombre del performance realizado por la Compañía Española de Daniel Doña, en donde cientos de personas pudieron disfrutar de una entretenida exhibición con los mejores pasos de baile del esplendor de una cultura.

El andador 5 de mayo se envolvió con la música que inició junto al taconeó de los zapatos que retumbaban para hacer vibrar a los presentes. Locatarios, turistas y curiosos se acercaban a ver qué sucedía.

Al centro de la multitud, Daniel Doña, uno de los máximos exponentes de la danza española, el flamenco y la danza contemporánea, compartía escena con el bailarín Cristian Marín, quienes en conjunto enamoraron al público con el reflejo de su pasión a través de los movimientos del cuerpo.

Al concluir, los aplausos no se hicieron esperar, entre la afluencia se distinguían los comentarios de fervor y entusiasmo por continuar con el programa apreciando este arte. Entonces la caminata avanzó y la segunda parada fue a un costado de la Iglesia de San Francisco, en donde el artista Juan Paredes se lució.

Conforme avanzaban los pasos de la multitud, se unían más espectadores y artistas que esperaban en los puntos estratégicos como el Jardín Zenea y la Iglesia de Santa Clara; primero se incorporó el Maestro Cristobal Reyes, seguido de la bailarina Elisa Suárez, quien engalanó la tarde con el sonido de sus castañuelas.

En cada parada el show era diferente, llevaban a cabo desde coreografías hasta cantos representativos de España, acompañados de los aplausos del público de todas las edades. Para concluir el trayecto, los esperaba el Jardín Guerrero, donde se encontraba un escenario montado para la demostración de una clase pública.

La enseñanza corrió a cargo de Juan Paredes, quien instruyó a los presentes al son de melodías de flamenco tradicional. A la par —ubicado a un costado— se encontraba un mercado gastronómico con la participación de escuelas y restaurantes de la ciudad: Instituto Culinario de Querétaro (ICUQ), La Tapería, Olivia, Chinicuil y El Chamizo.

Además de gozar de muestras del arte de la danza, los presentes pudieron degustar platillos típicos españoles, desde montaditos, paellas y canapés, hasta deliciosas carnes frías y quesos.

La culminación de la primera semana de la VI edición del Festival Ibérica Contemporánea 2017 se llevó a cabo con la proyección de una serie de cortometrajes como parte del ciclo de cine “Una Mirada Libre” con historias que narran las dificultades a las que se enfrentan todos aquellos que tienen el sueño de ser bailarines profesionales.

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