Antonio Benítez, mejor conocido como Antolío, y Pepe Malabartinez, llamado El gurú de las cavernas, presentaron un show que invita al público a burlarse de temas de impacto social como religión, machismo y una lucha por un mejor país.
El dueto pisó por primera vez el escenario de uno de los teatros más representativos de Querétaro, el Corral de Comedias, como parte de una invitación para promover su arte. Cabe mencionar que el espectáculo está en un proceso de reestructuración, por lo que Antolío y El gurú están viajando para mostrar su trabajo e ir moldeando el espectáculo.
“Por ahora hemos hecho varios estilos de presentaciones en teatros, en la calle y en festivales como en Mazunte, Oaxaca. Es una representación con guiños que expresan que el mundo está mal combinado con lo que sabemos hacer, que es el malabarismo”, dijo Antonio para EL UNIVERSAL Querétaro.
Los artistas se conocen desde hace 18 años, Benítez instruyó a Pepe en el ámbito de los malabares, la conexión que lograron fue inmediata por lo que desde ese entonces, han buscado la manera de trabajar juntos.
Tras su presentación, los actores platicaron en exclusiva con EL UNIVERSAL Querétaro sobre su montaje, así como la manera en la que sacan adelante este arte.
¿Cómo comenzó este proyecto?
—Antolío: Es una larga historia, todo inició hace siete años en la Ciudad de México, ahí estuvimos como seis meses trabajando en esto y nos presentamos en varios festivales, pero por cuestiones de la vida viajé y Pepe se quedó. Siete años después lo estamos retomando; desde finales de noviembre de 2017 y hasta el momento, hemos hecho tres o cuatro presentaciones.
¿Cuál es la esencia del montaje?
—A: Para mí es una parodia del mundo holístico, intentamos usar el yoga y el circo como una manera de entretenimiento y lograr un momento agradable para la gente, en el fondo es algo para expresarnos. Incluimos movimientos o posiciones y la práctica de asana, también el diálogo de pertenecer a una congregación, el fin último es la comedia utilizando las técnicas que conocemos para romper estereotipos.
—Pepe: La cuestión espiritual y cómica se unen para reflejar lo que nos gusta y hacemos, nosotros practicamos yoga desde hace tiempo. Nos gusta lo místico, pero también lo cómico, así que está orientado a reírnos. Estamos en un proceso porque queremos llevarlo más a lo absurdo, pero con un contenido; hay un guiño a la lucha social y a varios temas de los cuales damos un punto de vista neutral.
¿De qué manera ha evolucionado el espectáculo?
—P: Todo es prácticamente nuevo, hemos replanteado lo que hacíamos hace siete años; por una ansiedad creativa intentamos sacarle un uso a muchos elementos que puedan enriquecer el acto. Hace siete años empezamos con cosas más clásicas y ahora estamos intentando innovar en la forma que hacemos malabarismo.
—A: Intentamos instalar un mundo en el ámbito religioso, del interior, del camino. En escena nos desfasamos, salimos y volvemos para que el público no se quede con algo plano. Simplemente ahora es llevar a los asistentes a un viaje de nuestra visión.
¿Cuáles son los planes que tienen con esta comedia?
—A: Estamos en proceso de terminarlo y cambiarlo para mejorar, el día de hoy grabamos un video que vamos a ver para hacer cambios en escena. No nos hemos puesto a difundirlo en forma, aunque está difícil el tema comercial y de marketing, pero primero tenemos que preparar el producto y tener oportunidades para rodarlo, como lo hicimos aquí en el Corral.
