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En 2006 el periodista mexicano Alejandro Cárdenas viajó de Finlandia, donde radicaba en aquel entonces, hasta Yucatán para entrevistar al subcomandante Marcos que recorría la zona con La Otra Campaña, pero justo en esos días el movimiento zapatista interrumpió sus actividades, la comandante Ramona había muerto.
Sin la posibilidad de entrevistar a Marcos, comenzó a buscar una nueva historia, así llegó al Oasis, y lo que vio y escuchó no fue obra de ningún espejismo, es la realidad que se vive en México. El Oasis San Juan de Dios es un albergue ubicado en Conkal, Yucatán, que apoya a personas portadoras del VIH, indígenas mayas que han sido excluidos de sus comunidades por declarar libremente su homosexualidad.
Con la pregunta: ¿qué significa hoy en día ser indígena homosexual o travesti?, llegó el periodista al Oasis, en donde “convergen indígenas mayas de pequeños pueblos, pequeñas poblaciones yucatecas indígenas que portan el virus VIH; el Oasis funciona como última morada para quien ha sido expulsado no sólo del seno de su familia sino del entorno social al cual pertenecen. A lo largo de 10 días escribí una serie de reportajes, pero me quedé con la idea de lo que yo había escrito no era suficiente, que con mis palabras no lograba reflejar el mundo y las historias que ahí había escuchado”, platica a EL UNIVERSAL Querétaro Alejandro Cárdenas.
Empezó a contar del Oasis a documentalistas, con el interés de que alguien tomara la historia para hacer una película. Hasta que alguien le dijo: ¿Y por qué no haces tú el documental? Convencido de que el cine documental es en sí una guerrilla, una forma de alzar la voz para que los hechos negativos cambien, inició su carrera de documentalista.
Oasis, documental de Alejandro Cárdenas, se presenta hoy, 28 de febrero, en el Cineteatro Rosalío Solano, con tres funciones a las 16:00, 18:30 y 21:00 horas; en la última función el mismo Alejandro Cárdenas estará presente para conversar con los espectadores. La entrada es libre y la proyección se realiza en coordinación con el Museo de la Ciudad.
Perdonar, salir adelante y enamorarse. Gerardo Chan Chan, Reynaldo López “Reyna Patricia”, y Eyder Manzanero “Deborah”, son los protagonistas de Oasis, tres personas que luchan día a día por dignificar sus raíces indígenas, defender su homosexualidad y sobrellevar el virus del SIDA.
“Una cosa es ser indígena en este país donde estamos orgullos de nuestro pasado pero sólo en los libros de historia, como un ente de museo y no como una cultura viva; ser indígena en México también significa ser pobre, si a eso le súmanos que las personas que están en el albergue Oasis se han declarado homosexuales o travestis, es otra lucha en un país machista, y si eso a ello le sumamos que portan el virus del SIDA, en las pequeñas comunidades yucatecas hay una gran ignorancia sobre el tema y me atrevería a decir que en el país, en términos generales hay una gran ignorancia del SIDA, en las comunidades yucatecas es como si tuvieran la peste”.
Para Cárdenas, Gerardo Chan Chan significa el deseo de perdonar, no sólo a su familia sino al entorno social, y tener una vida normal; “Deborah” significa las ganas de trabajar y salir adelante; y “Reyna Patricia” significa las ganas de amar y ser valorado como persona, independiente de portar el virus y de cargar con el estigma de ser travesti y prostituirse.
Alejandro eligió la historia de Chan Chan, “Reyna Patricia” y “Deborah”, para hablar de estos tres mensajes: perdón, amor y aceptación. En el tiempo que duró la filmación de Oasis, Alejandro vio morir a 10 personas; el albergue sirve una especie de morada en donde morir o donde vivir y donde aprender nuevas cosas para continuar.
“Los tres personajes del documental abrieron su vida de par en par con la condición de que algo cambie y que algo cambie significa que como sociedad seamos más tolerantes con una realidad que está ahí, que como sociedad brindemos apoyo, solidaridad y brazos abiertos a esas personas que lo único que desean es amar y ser amados”, agregó Alejandro Cárdenas.