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El olor a cera derritiéndose se percibe desde que uno comienza a subir las escaleras y a cada paso incrementa. Arriba, en la sala 3 de la Galería Libertad, el aroma es más penetrante pues una serie de velas encendidas forman en la pared la frase “Memento Mori”, que significa: “Recuerda que morirás”. En el piso hay unas bandejas con agua que se vuelven espejo de la flama que guardan las velas y de quien se atreve a asomarse.
La instalación Memento Mori es obra de Rocío Asensi, quien ya había colaborado con Galería Libertad con Una ventana abierta al mundo, expuesta en el tianguis de una colonia popular de Querétaro. Y ahora presenta ésta instalación donde los conceptos de vida y muerte se unen.
“La frase tiene su origen en una peculiar costumbre de la antigua Roma: cuando un general desfilaba victorioso por las calles de Roma, tras él un siervo se encargaba de recordarle las limitaciones de la naturaleza humana, con el fin de impedir que incurriese en la soberbia y pretendiese, a la manera de un dios omnipotente, usar su poder ignorando las limitaciones impuestas por la ley y la costumbre”, se lee en el texto de sala.
Memento Mori se define como una obra viva y en movimiento, porque “las velas, la luz, el agua son ciclos sin fin que representan lo infinito, la vida y la muerte, la transformación y la transmutación y con ellas se recrea un espacio místico, que invita a reflexionar y vivir el ritual constante de transformación y cambio que es la vida”, concluye el texto.
Rocío Asensi es licenciada en Bellas Artes en 1997 por la Universidad Complutense de Madrid, estaba contemplada su presencia en la inauguración de la instalación, pero regresó a España, donde actualmente radica y trabaja.