El escritor que se niega a hablar de política en sus letras, Nuno Júdice, advirtió que hoy a la humanidad le hace falta memoria. Así lo dijo luego de recibir el viernes el Premio “Juan Crisóstomo Doria a las Humanidades”, otorgado por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

Fue un día ajetreado por el viaje, se dijo un poco cansado. En una oficina del polideportivo Carlos Martínez Balmori, donde se realiza la 30 edición de la Feria Universitaria del Libro (FUL), Nuno Júdice recordó sus inicios, su poesía y, sobre todo, resaltó aquello en lo que siempre ha creído, la humanidad, por ello al premio que recibió en Hidalgo le tiene un significado muy especial.

No es que no le guste la poesía militante o política, enfatizó, simplemente que no la considera un deber del poeta, sólo, excepto, cuando no hay otra posibilidad y porque el mundo, como dice, no puede abstraerse solo a la belleza, “también se convive con el lado obscuro”.

Actualmente, dijo, las cosas se perciben difíciles como fueron en el tiempo de la Guerra Fría, pero el verdadero peligro, resaltó, es el olvido de lo que pasó, de la historia terrible que se vivió y que pensábamos imposible, pero regresa.

El poeta habló sobre Estados Unidos. Dijo que quien habla de armas atómicas y de muros no tiene ningún conocimiento de lo que fue el mundo pasado y de cómo se deben de buscar soluciones a través del diálogo y en el respeto por el otro, no en el conflicto.

Lo aprendido en el ensayo, el teatro, la ficción y la poesía es el comienzo, aseguró. “Empezar siempre de nuevo y empezar un libro como si atrás no hubiera otra cosa”.

Contó que su destino siempre fue escribir, porque en su natal Portugal, considerada una tierra de poetas, “no tenía mucha alternativa”, lo que lo ha llevado a ser hoy uno de los escritores más leídos del orbe.

A sus 68 años de edad, aseveró, ha hecho de todo. “Todo libro tiene un tiempo de vida y cuando acaba, hay que empezar de nuevo, porque además la poesía tiene algo que no tiene la ficción. Cuando leemos un poema cinco o 10 veces y lo hacemos hoy después de 20 años, nos dice algo diferente, algo nuevo, por ello, la poesía es insustituible”.

Al releer sus letras, Júdice evita hacerlo con teatralidad y emoción, “para transmitir las palabras intactas, como si todas fueran importantes en el poema. Cuando otros lo hacen a su manera, es porque la poesía es una absorción y lo leen como lo sienten”.

Para Nuno Júdice, “las imágenes se convierten en poemas, un rayo de sol que atraviesa un vaso de agua y el efecto que en ese momento produce el rayo en el agua, es un poema”.

El calor del día empezó a ceder ante un cielo encapotado en la ciudad del viento, que le dio a Júdice el reconocimiento que en su nombre, “Juan Crisóstomo a las Humanidades”, le reitera que siempre tuvo razón en creer en el humanismo y en que el antihumanismo, puro y teórico, se convierte en riesgo para el hombre.

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