Un sector de la comunidad artística encabezado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), la Asociación Mexicana de Productores Independientes y el colectivo El Grito más Fuerte expresó su oposición al manejo de los contenidos culturales como una mercancía dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En la Sociedad General de Escritores de México (Sogem) se presentaron ocho demandas hacia la segunda ronda de renegociaciones del TLCAN, del 1 al 5 de septiembre en México.
La solicitud principal es que se excluyan temas relacionados con las industrias cultural, cinematográfica y audiovisual para que no sean concebidos como “simples servicios transfronterizos”, por lo que exigen que se adopte la misma posición que Canadá, que plantea redefinir la industria cultural en consonancia con nuevos escenarios, como las plataformas digitales de distribución de contenidos.
“Entendemos que forma parte de una negociación global, pero hay que entrarle. Ahorita está representado, por lo que sé, Canacine y Cinépolis, quizá alguien más, pero para mí son socios de Hollywood; hemos tenido pláticas con ellos y no ven ningún problema, están ganando y no quieren modificar nada. Buscamos un ejercicio de derechos humanos y culturales que México ha firmado con la UNESCO y en otras convenciones, donde se entiende que los bienes culturales cumplen una función social de identidad y cohesión social”, expresó el actor Daniel Giménez Cacho.
La agrupación demandó concebir el derecho de autor como “derecho humanista” y no sólo como atribución económica. Además pugnó por una modificación de la política tributaria respecto a los ingresos del sector que no quedan en México, considerando la regalía como un derecho de los creadores para mitigar la desigualdad entre industrias de ambos países, así como replantear las condiciones ventajosas de distribución y producción de los contenidos estadounidenses en México frente a los nacionales.
El documento, que ya había sido entregado a la Secretaría de Cultura, iba a ser entregado este lunes a la secretarías de Relaciones Exteriores y de Economía, dependencia con la que el colectivo ha tenido reuniones de trabajo.
“En la Secretaría de Cultura han dicho que debemos ir juntos para abrir puertas y estar de frente en la negociación. En Economía entregamos un documento similar y el secretario dijo que es un tema complejo, que abrirlo implicaría otros temas de negociación, pero que habría que abrirlos”, explicó Dolores Heredia, presidenta de AMACC.
La solicitud incluye alrededor de 500 firmas de personalidades como Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, Damián Alcázar, Gabriela de la Garza, Diego Luna, Arturo Ripstein, Diana Bracho, Juan Carlos Colombo, Blanca Guerra, Gael García y Demián Bichir.
“Son buenas intenciones de los ministros, pero yo no creo una sola palabra. Canacine no auspicia, no fomenta creadores de arte, se llena los bolsillos con las películas norteamericanas. No puede representar al cine mexicano. Se trata de sacar lo relativo a las industrias culturales o que estén presentes en las negociaciones quienes verdaderamente las representan con derecho y con justicia, o sea los creadores, y no un grupo de mercachifles usurpadores. Eso ya pasó hace 23 años y está en marcha otra vez”, expresó el cineasta Felipe Cazals.
El comunicado con las demandas será publicado en Internet y se abrirá una página en la plataforma change.org para quienes deseen firmarlo.