La musa, la fuente de inspiración inagotable para Alejandro Soleá es la Virgen Dolorosa. El artista originario de San Miguel de Allende y egresado de la Universidad Autónoma de Querétaro, ha dedicado toda su obra a la reflexión sobre la iconografía pasionaria y muy especialmente de María, en su advocación de la Virgen Dolorosa, y este año creó una escultura para presentarla exclusivamente en la Delegación Centro Histórico.
Es común ver a la Virgen Dolorosa con su vestido y manto negro o de color morado, con detalles en dorado y plata. Pero la obra que Soleá realizó especialmente para Querétaro, fue una escultura llena de color.
“La pieza está inspirada en las obras escultóricas del siglo XVII y XVIII, estamos hablando del barroco, hay varias piezas alusivas a la Virgen Dolorosa, aunque no es un tema recurrente en ese periodo, y lo que vamos a encontrar es la aplicación de hoja de oro y una paleta de mucho colorido, recordemos que la vida novohispana es una vida muy festiva, con mucha música y color, la cocina novohispana de los conventos no me dejará mentir, entonces atribuyo un poco de esa festividad de mi Virgen Dolorosa a la contemporaneidad del virreinato”, platicó el artista a EL UNIVERSAL Querétaro.
La Dolorosa representa a María, en el momento de la pasión de Jesús, un tema del evangelio donde la tristeza y el dolor de la madre por la muerte de su hijo son innegables, por lo que las obras pictóricas o escultóricas, combinan ese momento de sufrimiento, con belleza y elegancia.
“Es la belleza de lo terrible, es algo que nosotros los mexicanos convivimos todo el tiempo, como el altar de muertos, la belleza de entender que ya no está ese ser querido, y en la Virgen de Dolores es encontrar la belleza en la representación de la Madre en el momento más doloroso de su pasión con Cristo”.
La obra escultórica de Alejandro se presentó en el Viernes de Dolores, en la Delegación Centro Histórico de Querétaro, y su creación se hizo especialmente para este momento porque el joven artista fue invitado a realizar el montaje del altar de Dolores, pero como en la delegación no tienen una imagen de la Virgen, decidió hacer una pieza. Y aún están gestionando si la obra se queda en Querétaro o regresa al taller en San Miguel de Allende.
Más detalles del artista
Es originario de San Miguel de Allende, Guanajuato.
Soleá significa Soledad, otro de los nombres que le dan a la Virgen María.
Su encuentro con la Dolorosa fue a los 3 años, en la Procesión del Silencio.
Sus primeras piezas eran autorretratos, hoy es todo sobre íconos pasionarios.
Aprendió baile y cante flamenco para rendir honor a su musa.
A diferencia de otras, posee colores vivos y es muy festiva.