San Cristóbal de las Casas. —La Catedral de San Cristóbal de las Casas permanece sitiada a dos años de los sismos de septiembre de 2017. Una barrera de láminas con muestras de arte urbano impiden el acceso al recinto que tuvo daños estructurales y que permanece en espera de los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
No hay llamada a misa, pero la comunidad conoce a qué hora debe asistir a unas oficinas que antes pertenecían a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que están a un costado del templo. En ese lugar ahora escuchan la celebración con la presencia del obispo Rodrigo Aguilar Martínez, quien recién tuvo una cirugía de hernia inguinal.
El Día de la Natividad de la Virgen María los fieles llenaron tanto el espacio principal, donde se colocaron bancas y un altar con una cruz, como otros despachos donde se acumulan decenas de personas para escuchar o ver la liturgia a través de ventanas. La ceremonia se acompaña con una marimba y dos niñas con vestidos de princesas son las madrinas de la Virgen en su representación de nacimiento.
En las oficinas que antes pertenecieron a Hacienda la gente se aglomera, pese a que personal aseguró que el lugar no cuenta con las mejores condiciones, ya que por el domo se filtra agua de lluvia.
Rocío Altuzar, madre de una de las pequeñas, sostuvo en entrevista con EL UNIVERSAL que esperan próximamente se abra la Catedral, pues además de la importancia que tiene para ellos, es un atractivo de la ciudad ubicada en Chiapas.
El sismo del 7 de septiembre de 2017, considerado como el más fuerte en el último siglo, dañó esa misma noche el patrimonio, y al día siguiente, en medio del temor de la gente por las réplicas, se impidió el acceso a la gente por los daños que presentaba el espacio, pues sus columnas tuvieron muchos daños, además de presentar cuarteaduras y piedras en la cima de la fachada, que cayeron sobre el coro y destruyeron un órgano antiguo.
Las heridas a la Catedral también imposibilitaron el uso de su campanario. Semanas después del movimiento telúrico se fueron adecuando espacios para venerar a las imágenes y continuar con sus actividades religiosas, aunque todavía la comunidad mantiene la esperanza de la restauración de los templos, pues en el Pueblo Mágico aún continúan cerrados otros templos, como el exconvento de Santo Domingo y las iglesias de Santa Lucía, San Francisco y San Nicolás.
Aunque los fieles de la comunidad chiapaneca esperan que pronto concluyan los trabajos de restauración, personal que labora en las oficinas del templo principal de San Cristóbal aseguró que con los recursos que han recibido de un seguro han logrado cubrir grietas pequeñas y atender la fachada del templo, pero necesitan del Fonden para continuar con los trabajos de mayor importancia.
Aguilar Martínez insistió en que están viendo instancias para que se liberen los recursos que se le habían destinado “y ojalá pronto se puedan retomar los trabajos para tener la puerta abierta así como se ha hecho con las otras iglesias”.
En la Catedral requieren del dinero del Fonden para atender las afectaciones en las columnas, lo cual es lo más importante de restaurar del interior, ya que éstas sostienen el espacio ceremonial. El Obispo, quien aseguró en un encuentro con los medios que desconoce los porcentajes de reconstrucción que hacen falta, agregó que una vez que se concluyan los trabajos más urgentes se podrá continuar con las operaciones en el techo, el coro y demás afectaciones.
Aguilar Martínez indicó que por parte del INAH han recibido buenas intenciones pues el organismo “está disponible a ejecutar esos recursos”, aunque el problema es conocer quién los tiene.
“Aquí es quién tiene los recursos. El INAH está disponible a ejecutar esos recursos, pero no depende del INAH sino de organismos superiores. Los que tienen los recursos, que lo liberen y que hagan efectivo esto que se destinó a la restauración de templos”, comentó.
El prelado dijo que desconoce si la política de austeridad del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador afecte en el proceso de reconstrucción del patrimonio dañado por los sismos de septiembre de hace dos años: “No sabemos dónde esté ese recurso, si se esté aplicando a algo o simplemente esté retenido”.
Dentro del antiguo espacio de las oficinas de Hacienda, en las que ahora se oficia la misa, se llega a una entrada a la Catedral y en el suelo se ven varias placas de tejado, a la vez que en una habitación están colocadas imágenes religiosas. Los sacramentos se llevan a cabo en toda la ciudad porque aunque los templos siguen dañados, la devoción de la gente persiste.