Morelia.— Previo a la presentación de su filme ROMA, en el Festival Internacional de Cine de Morelia, el cineasta Alfonso Cuarón ofreció una conferencia en la que dijo tener esperanza de que el nuevo gobierno federal traiga un cambio sustancial, pero sabe que si una reforma democrática sucede, es consecuencia de todos los movimientos que se convirtieron en cicatrices durante las últimas décadas.
Recordó la huelga de ferrocarileros en 1958, el asalto al Cuartel Madera en 1965, la matanza estudiantil de 1968 y el jueves de Corpus de 1971, sin olvidar el movimiento zapatista. “Todos han sido pilares y han dado los apuntes de la posibilidad de una reforma democrática. Ahora tengo esperanza, esperemos que sí sea realmente una transición y no nada más cambios de forma”.
La película, basada en sus recuerdos, sigue a un matrimonio de clase alta a punto de disolución, mientras que una chica de quienes sirven en casa, es embarazada, en el contexto social y político de 1971. “Tras surmergirme en archivos de la época, me queda claro que no sólo no han cambiado los problemas, sino que se han agudizado”.
“Tenemos la tendencia de no aceptar algo que es tan obvio y que se ve en las calles y es el inmenso racismo que existe en este país [...] Es evidente eso con la caravana migratoria y los comentarios (de la gente). Hay una parte clasemediera amplia que dice que México no es racista, sino clasista, como si ese comentario justificara lo otro, pero no echo la culpa a México porque es un problema mundial”, explicó.
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