París.— Francia lanzó ayer un concurso internacional para determinar si hay que reconstruir, y cómo, la aguja de Notre Dame, destruida el lunes pasado en un incendio, como parte de un ambicioso proyecto para renovar la emblemática catedral de París, que ya ha recaudado más de 800 millones de euros en donaciones.
El anuncio se sumó a la pregunta planteada por muchos: ¿debe ser restaurada la célebre aguja o debe dársele un toque moderno?
El presidente Emmanuel Macron prometió que Notre Dame será reconstruida en cinco años y nombró a Jean-Louis Georgelin al frente de los esfuerzos de reconstrucción, que apoyarán todos los ministerios, especialmente el de Cultura.
No existe peligro inmediato de que la estructura pueda derrumbarse, pero las estatuas fueron retiradas para reducir el riesgo, afirmó el portavoz de los bomberos. Asimismo, causaba preocupación la gigantesca estructura de andamios erigida antes del incendio para los trabajos de reparación de la aguja de 90 metros y que estuvo sometida a un intenso calor, señaló Plus. Pero la urgencia del plazo de cinco años que fijó el presidente Macron para reconstruir Notre Dame no es la misma que plantean los arquitectos. Con información de agencias