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Francisco Benjamín López Toledo, uno de los creadores más importantes del México moderno, falleció este jueves a la edad de 79 años.
El escultor, pintor y grabador, además de fundador del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), fue uno de los promotores de la cultura nacional en el extranjero.
El artista inició como discípulo de Arturo García Bustos y después ingresó al Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del INBA, aunque su universo creativo se fortaleció de muchas partes del mundo: Europa, EU, Tokio y, sobre todo, Oaxaca.
Forbes lo consideró como uno de los mexicanos creativos más importantes en su edición de enero 2019.
Además del IAGO, Toledo fundó el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), la Casa de Cultura de Juchitán, la Biblioteca para Invidentes Jorge Luis Borges, el Taller Arte de Papel Oaxaca, el Centro de Artes de San Agustín (CASA), el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, el Cine Club, el Jardín Etnobotánico, la Fonoteca Eduardo Mata, la Biblioteca Francisco de Burgoa, la editorial Ediciones Toledo y las revistas Guchachi Reza (Iguana Rajada) y Alcaraván.
A lo largo de los años y de los diferentes gobiernos, Francisco Toledo se manifestó en contra de diversos proyectos gubernamentales.
El artista estuvo en contra de la creación de un letrero metálico frente al templo de Santo Domingo de Guzmán y a inicios de este año se pronunció en contra de la iniciativa del Tren Maya y se sumó a otros activistas en contra del proyecto del Tren Transístmico.
El pasado 17 de julio el pintor celebró su cumpleaños número 79, pero este jueves 5 de septiembre se reportó su fallecimiento.