La temporada pasada la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) decidió aumentar a seis sus plazas de extranjeros y permitir a un jugador mexicano nacido en otro país conformar el roster de alguna de las 16 organizaciones. Para este año, el circuito veraniego mantiene el número de foráneos, pero con la diferencia de que no habrá límite para los elementos de doble nacionalidad, situación que según algunos protagonistas lesiona el carácter formativo del campeonato, que hace unos años adoptó el lema ‘Donde nacen las estrellas’.
A la par de la expansión de fronteras para los peloteros mexicanos con dos pasaportes, la LMB en 2016 no se disputará con la regla mínima para novatos de 50 innings lanzados y 100 turnos al bat que todos los equipos tenían que cumplir a lo largo del calendario.
La flexibilidad en la nacionalidad de los peloteros que adoptó la Liga Mexicana se debe a una iniciativa que el presidente de los Rojos del Águila de Veracruz, José Antonio Mansur, presentó bajo el cobijo de la Constitución. El dirigente manifestó que las restricciones que antes tenía la LMB violaban el artículo 30 de la Carta Magna, que detalla los escenarios para que una persona sea considerada como mexicana.
Así, a finales de 2015 la mayoría de los dirigentes de la LMB votó a favor de la expansión de plazas para los jugadores nacionales que nacieron en otro país, pero que son de padres mexicanos y también para los naturalizados.
Cuando esta noche se cante playball en Cancún y Tijuana, y mañana en el resto de las seis plazas que tendrán Día inaugural, la LMB contará con al menos 68 nuevos jugadores de doble nacionalidad, según un recuento de la revista especializada Puro Beisbol. A este número habrá que sumarle a los extranjeros.
El total de elementos mexicano-estadounidenses y extranjeros aún no está definido, pues las organizaciones tienen hasta hoy para afinar su plantilla de peloteros, pero en la presentación de Toros de Tijuana, mantenían 14 lanzadores de doble nacionalidad, dos extranjeros y cinco mexicanos nacidos en territorio nacional. Mientras que en sus jugadores de posición, la organización fronteriza presumió a cinco peloteros entre extranjeros y dos de los etiquetados como ‘pochos’.
En contraparte, los Diablos Rojos del México en su roster inaugural no contarán con ningún connacional nacido fuera del país y ocuparán cuatro plazas de extranjeros.
“Nuestra idea es hacer peloteros mexicanos y nos ha funcionado. Parece que muchos equipos no quieren trabajar, piensan que somos ‘inditos’ y no sabemos hacer las cosas, pero el año pasado fuimos líderes de toda la Liga Mexicana de Beisbol y en 2014 salimos campeones en una temporada de reestructuración con jóvenes surgidos de nuestras academias”, declaró Roberto Mansur, presidente de los escarlatas.
Mansur detalló que a pesar de que en Diablos se manifestaron en contra de la propuesta de su hermano José Antonio, la LMB mantiene una pluralidad de voces y sobre todo una democracia que respeta.
Guerreros de Oaxaca, Piratas de Campeche y Delfines de Ciudad del Carmen no reportaron beisbolistas de doble nacionalidad.
El directivo del conjunto más ganador de la Liga Mexicana opinó que la medida tomada por la mayoría de los presidentes afectará el desarrollo de los jóvenes y redituará en una selección de beisbol que se parecerá a la de otros deportes como la del futbol y basquetbol.
“Vamos derechito a lo que está pasando con el futbol, donde la Selección Mexicana parece más un repertorio de Argentina y Brasil con tantos nacionalizados”.