HOUSTON.— Encabezó la efusiva celebración con un José Manuel de la Torre más preocupado que satisfecho. No era para menos, el chico de las genialidades volvió a salvar el resultado, aunque las debilidades —sobre todo mentales— son evidentes.

Javier Hernández es dadivoso hasta en la víspera de su cumpleaños 25. Chico capaz de hacer cimbrar a un gigante de concreto con una sutil desviada, suficiente para permitirle al Tricolor rescatar el empate contra una incompleta selección de Nigeria (2-2).

Igualada que supo a victoria a los más de 60 mil aficionados que acudieron al estadio Reliant, esos que confirmaron el estatus de ídolo del Chicharito, a quien poco más de tres años le han alcanzado para meterse entre los cinco máximos anotadores del equipo nacional. Con los dos de anoche, llegó a 32. Sólo le falta superar a Luis Hernández (33), Carlos Hermosillo (35), Cuauhtémoc Blanco (39) y Jared Borgetti (46). Simple cuestión de tiempo.

Ese que se le ha agotado a un combinado que extravió la ecuanimidad en el momento más inoportuno. Continúa sin perder en el año, mas tampoco ha ganado (seis empates en igual número de partidos). Pobre balance que le tiene en el penúltimo sitio del hexagonal final de la Concacaf.

Último ensayo previo a la crucial semana eliminatoria que comenzará el martes en Jamaica. Plagado de calamidades. Ninguna como la expulsión de Pablo Barrera (26’), primera en la era Chepo.

Hasta su partido número 34 como entrenador nacional, pudo probar a su Selección con un hombre menos. Eso explicó que se llevara las manos al rostro, mientras el árbitro estadounidense Baldomero Toledo señalaba el polémico penalti en favor de las “Águilas Verdes”.

Aide Brown Ideye no tuvo problemas en superar al portero José de Jesús Corona (28’), cuya racha de imbatibilidad como arquero tricolor finalizó en 414 minutos. Amarga noche para un hombre que parece haber vuelto a ganar la batalla deportiva a Guillermo Ochoa en un instante decisivo.

Pequeña alegría apenas perceptible durante el terrorífico último cuarto de hora en la primera mitad, ese que el monarca africano gobernó. Es cierto que el meta del Cruz Azul volvió a ser “traicionado” por un doloroso desvío, pero el autogol de Gerardo Torrado (40’) lució como justo premio al arrojo nigeriano.

Guión modificado en el segundo tiempo con más corazón que futbol, aunque Gerardo Flores otorgó frescura a la banda derecha, sin importar que fue colocado como volante.

Su posición natural es lateral. Sus incursiones lucían como la llave para abrir el candado rival... Hasta que Carlos Salcido se inventó un servicio de otro partido y dejó al Chicharito solo ante el guardameta Austin Ejide. Lo demás fue simple rutina para el depredador que suma los últimos cuatro goles tricolores en el 2013 (69’).

El atacante del Manchester United y Marco Fabián, quien horadó la portería de Dinamarca en enero, han anotado durante este irregular año, en el que el tapatío se ha consolidado como el arma más importante y efectiva del Chepo.

Auténtico generador de ilusiones o rescatista, depende de la situación. Chico al que no le importa regalar felicidad, más allá de que sea en la velada que precede a su cumpleaños número 25.

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