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Una pretemporada demasiado intensa

Una pretemporada demasiado intensa
01/06/2013 |00:53
Redacción Querétaro
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GUADALAJARA.— Abandonan la cancha, en Verde Valle, con el cansancio reflejado en el rostro. Ha sido una mañana extenuante. Tras casi tres horas, la práctica de Chivas llega a su fin. La pretemporada se pone exigente y aumenta en intensidad. El trabajo que demanda Benjamín Galindo es desgastante. Necesario también, pues es la base con la que el Rebaño Sagrado buscará revancha en el próximo Apertura 2013.

Daniel Ipata, preparador físico, ordena largas rutinas orientadas hacia la fuerza de los futbolistas. Resulta agotador, pero es apenas el principio. Después, El Maestro toma las riendas del plantel para trabajar con el balón. Pule detalles desde este que es su tercer día de pretemporada. No quiere fallas. Guadalajara desea olvidar pronto el fracaso del Clausura 2013, en el que terminó 17 entre 18 equipos.

Pero no hay una sola mala cara. Los rojiblancos entienden que este nivel de carga se requiere para revertir lo ocurrido recientemente. “Hay que tener mucha disposición, los objetivos muy claros y trabajar de la mejor manera, al 100 por ciento. Debemos hacerlo así y estar confiados en lo que vamos a trabajar para poder materializar las metas en su momento”, explica el experimentado Luis Ernesto Pérez.

Lucho es uno de los futbolistas de Chivas que más ha sufrido durante las pretemporadas anteriores, bajo el mando de los holandeses John Van’t Schip (técnico) y Rob Meppelink (preparados físico). La distinta metodología le cobró factura. Sufrió mucho con lesiones. Ahora, ya con Benjamín Galindo, piensa en realizar un trabajo que le permita estar en buenas condiciones durante el próximo torneo.

“Todos sabemos que la pretemporada es fundamental para pensar en estar bien física y mentalmente. Obviamente, tenemos los deseos de poder hacerlo bien para revertir lo que veníamos haciendo. Vamos a tener todas las condiciones, el tiempo suficiente y los elementos necesarios para realizar una muy buena pretemporada. Cada uno tiene que estar comprometido con su desempeño”, sentencia el mediocampista del Rebaño Sagrado.

La exigencia no causa molestia. Todo lo contrario. En el plantel hay disposición para el trabajo. Nadie se escapa del fracaso. Por eso, saben que la solución está en cada uno, desde esta etapa, cuando todavía falta mucho para el arranque del siguiente certamen.

“El grupo siempre ha estado bien, es uno muy sano, pero sabemos que hoy nos tenemos que comprometer más, que no alcanza con ser un buen grupo y buenos seres humanos, además de eso tenemos que exigirnos y comprometernos para hacer las cosas mejor de cómo lo habíamos hecho”, asegura Pérez.

El rojiblanco aplaude la llegada de Néstor Vidrio, así como el regreso de Omar Esparza, Antonio Gallardo y Édgar Solís, pues su presencia enriquece el plantel y no permite que nadie se sienta titular por decreto. “La competencia siempre es muy buena, eso hace que el grupo mejore individual y colectivamente. Así que entre más seamos, será mejor para nosotros y quien esté en condiciones óptimas será quien pueda jugar”, concluye Lucho.