La era Justino Compeán llega a su fin. Después de nueve años, el hombre de melena plateada que vio circular a diez técnicos nacionales, incluido Miguel Herrera, que privilegió lo económico sobre lo deportivo, que enriqueció las arcas de los clubes y que aceptó públicamente que no sabía nada de futbol entrega su cargo de forma oficial al frente de la Federación Mexicana de Futbol.
Decio de María Serrano, su mano derecha y hasta ahora presidente de la Liga, entra a su relevo.
La decisión, tomada en mayo pasado, fue por motivos familiares.
Con la salida de Compeán, se prevén distintos movimientos en la Federación, que ahora se divide en dos vertientes: Liga y Selecciones nacionales. Los cambios serán de gente, pero no de política porque, se prevé, será la misma línea que gobernó nueve años el futbol mexicano.
En la Liga, De María deja su puesto de presidente para pasárselo a su mano derecha, Enrique Bonilla, quien fungía como director de la misma y encargado de la Liga de Ascenso. Su lugar será tomado, todo hace indicar, por Víctor Guevara.
En la FMF también se prevén modificaciones, sobre todo en la secretaría general en manos hasta ahora de Pedro Cerrilla.
En Selecciones nacionales, todo hace indicar que Héctor González Iñárritu será sustituido por Guillermo Cantú, quien de 2004 a 2009, ostentó ese cargo y de ahí estrechó lazos con el ahora mandamás del futbol nacional.
“No creo que se cambie la línea”, opina Fernando Urdiales, ex directivo de Monterrey, quien estuvo codo a codo junto a Justino, durante varios años.
“Fue una era exitosa en el futbol nacional”, agrega Urdiales. “Más allá de que le critiquen los resultados de índole deportivo”.
Rafael Lebrija, ex director de la Primera División, espera que De María sí provoque un revulsivo, sobre todo en lo referente a la cancha, “ojalá Decio se dé cuenta de las fallas que se han arrastrado durante tantos años y que de un momento a otros, nos van a llevar al despeñadero”, comenta el también ex presidente del Toluca.
“Muera el Rey”.... “Viva el Rey”... El futbol mexicano entra en una nueva era, la de Decio de María y se espera que el camino sea para bien.
