TOLUCA.— Polémico, con el trinche entre los dientes, el diablo choricero suma de a tres, gracias a un oportuno cabezazo de Paulo da Silva y a un gol jarocho que el árbitro César Arturo Ramos no logra ver.
Lo que habría sido un sorpresivo éxito del tiburón rojo, la historia cambia al extremo de sonreírle al Toluca, que, afortunado, se impone 2-1 en el Nemesio Díez y asciende entonces al séptimo escalón general con 11 unidades.
Del otro lado, el doloroso tropiezo derrumba al Veracruz hasta el decimocuarto sitio, con apenas 7 puntos.
Cuando el partido se encontraba 1-1, el árbitro no pudo apreciar que el balón se coló entre las piernas del portero toluqueño Liborio Sánchez y rebasó entonces la línea de meta. Sin embargo, vivo, el guardameta logra arrastrar el balón, que se le había quedado entre los tobillos, hasta sentarse en el esférico, por lo que era complicado para cualquier silbante decretar la anotación jarocha.
La contienda favorece de inicio al cuadro anfitrión, que sobre el minuto 14, Jordan Silva cabecea para liquidar a Melitón Hernández.
Mas el cuadro visitante ofrece una gran actuación de coraje y al minuto 33 logra un meritorio empate, a partir de una falla de Liborio Sánchez, quien no calcula bien el bote de la de gajos, en una acción a balón parado. La situación la aprovecha el colombiano Cristian Martínez, quien empuja y decreta la igualada.
En el arranque del complemento ocurre la polémica acción que marca el rumbo de la historia. Sobre el minuto 48, Leiton Jiménez remata y el balón se le mete entre las piernas a Liborio, quien estaba casi de rodillas sobre la línea de gol. El esférico se le queda entre los tobillos y con un brinquito logra sentarse en el balón, para aparentar que de ahí no había pasado la redonda. Difícil decisión para el silbante, quien al no estar seguro —pese a los reclamos jarochos— deja correr la jugada sin más aspavientos.
Al minuto 71, en una acción a balón parado, Paulo da Silva logra cabecear y coloca su remate en el ángulo superior izquierdo del guardameta Melitón Hernández, el gol del gane.