Las muestras de solidaridad por parte del gremio deportivo ante la tragedia ocasionada por el sismo de la semana pasada no cesan. Desde Guadalajara, el doble medallista olímpico, Germán Sánchez, puso su granito de arena para reconfortar a quienes lo han perdido todo. Estas son las palabras que el clavadista le dedica a quienes han puesto en riesgo sus vidas para salvar otras.
¿Cómo viviste desde Guadalajara la situación por el sismo en nuestro país?
—Creo que es una situación muy difícil, de primer momento, cuando me enseñaban las imágenes de verdad que no lo podía creer, que algo así estuviera pasando en México.
¿Qué te movió, luego de ver tanta devastación, pero a la vez también tanta ayuda?
—Creo que ustedes, los que están en la Ciudad de México, deben ver mucho más la necesidad y la dimensión de lo que dejó este sismo, pero la parte positiva que puedo rescatar es toda la unión que ha habido de todos los mexicanos, que la persona que ni te esperabas que fuera a apoyar lo está haciendo.
¿Qué le dirías a la gente que se ha unido?
—No me queda más que felicitar a cada una de las personas que están invirtiendo su tiempo, su dinero y hasta su propia vida como los rescatistas, mi mayor admiración. Algún día soñé con ser rescatista, y hoy que los estoy viendo por los medios de comunicación me da mucho gusto.
¿Qué mensaje de aliento le darías a las familias?
—Quiero decirle a todas la familias afectadas, incluso a todos los mexicanos, que si una vez nos pudimos levantar de una situación como ésta, ahora no debe ser la excepción. Como todos decimos: ¡Fuerza México! Después de la tempestad viene la calma y la calma va a llegar para este país”.
Te vimos muy activo apoyando también...
—Ya había hecho alguna donación, llevé unos artículos de construcción con mi nutrióloga para que los mandaran a diferentes estados, y además el domingo, con unos compañeros ex deportistas del CODE, nos pusimos de acuerdo para apoyar en el DIF de nuestro estado en lo que se pudiera, y así fue como nos dimos a la tarea de ir a ayudar en las labores, a acomodar cajas y subirlas a los camiones. Fue algo muy padre, se siente muy bien la vibra que hay.