Luego del sabor amargo por la derrota ante los Bears de Chicago y tras la polémica por no presentarse a la ceremonia del himno, los Steelers de Pittsburgh buscan esta tarde un respiro.
La semana pasada, el conjunto de Mike Tomlin no estuvo concentrado en el juego. Los reproches del presidente Donald Trump ocasionaron la protesta de los jugadores, quienes se unieron en los casilleros previo al duelo en Chicago, pero fracasaron sobre el emparrillado.
Era un triunfo que parecía de rutina para los Steelers.
El quarterback, Ben Roethlisberger, aseguró que hoy sí se presentarán a la ceremonia, pero no saben si estarán de pie o hincados durante la entonación del himno.
La semana 3 de los Ravens de Baltimore tampoco fue buena; nada les salió bien en Londres, donde se enfrentaron ante los Jaguars de Jacksonville. Cayeron 44-7.
Los antecedentes indican que, sin importar cómo lleguen, Steelers y Ravens siempre están listos el uno para el otro.
Pittsburgh encabeza la serie entre ambos, con registro de 22-20, y su ventaja en puntos anotados también es mínima: 829-814.
En 12 de sus últimos 18 enfrentamientos se han definido por tres puntos o menos. Y aunque Pittsburgh domina la serie, Baltimore ha ganado cuatro de los últimos cinco enfrentamientos.
Pero Ravens tendrá problemas para olvidar la última vez que se encontró con Steelers, su rival más odiado. Los hexacampeones del Super Bowl sacaron un triunfo con un touchdown de Antonio Brown a nueve segundos del final.
Ese descalabro ocasionó que Baltimore quedara fuera de los Playoffs.