LEÓN.— Jefferson Montero se derrumbó sobre el césped del ex estadio Nou Camp, mientras el inmueble parecía caerse por la celebración del golazo que marcó Hernán Burbano (28’).
Sólo habían pasado dos minutos desde que el ecuatoriano de los Monarcas dejó escapar la gloria con aquella irresponsable definición ante marco abierto. Perdonó al León. La habilidosa gacela no lo hizo con el Morelia.
Faltaba más de una hora por jugar, pero el sudamericano sabía que todo terminó cuando el zapatazo de Burbano dejó a Federico Vilar sin poder de reacción.
El resto fue una nueva exhibición de poderío guanajuatense. Goleada (4-0, 7-3 global) que catapulta a semifinales al equipo dirigido por Gustavo Matosas... Y lo confirma como serio candidato a dar la vuelta olímpica el domingo 15 de diciembre.
Los michoacanos intentaron reaccionar durante los últimos 15 minutos del primer tiempo. No pudieron. Los Panzas Verdes se impusieron en la batalla de los sentimientos gracias a su manejo de balón, con Carlos Peña como figura.
Gigante de ébano, con delicados pies e inteligencia para otorgar el balón en el momento preciso, el Gullit desquició a Christian Valdez cuando todavía no se llegaba al primer cuarto de hora.
El Recodo presintió que la pasaría mal. Confirmó todos sus temores durante el segundo tiempo, ese en el que el León se devoró a los Monarcas, ante el delirio de una multitud con genuinos sueños de campeonato. Siente que el título está cerca.
Matosas también. Por eso, disfrutó el clímax del concierto. La aflojada corbata fue más accesorio del outfit “guardiolista” que reflejo de lo sucedido sobre el campo.
Mauro Boselli (56’), Matías Britos (68’) y José Juan Vázquez (69’), conformaron la goleada, ante el dolor de Montero, quien dejó ir la gloria para él y los Monarcas.