Cuando se acercaba a tapar la cara de Jason Garrett, el head coach de los Cowboys se las volvió a ingeniar para tomar aire con la victoria 38-14 sobre los Redskins de Washington que les da esperanzas de ir a Playoffs con el comodín.

Los Cowboys no conseguían un triunfo desde que Ezekiel Elliott comenzó su suspensión de seis encuentros, y en la misma semana que Darren McFadden se retiró, Alfred Morris se puso la capa de héroe para tomar 27 jugadas de carrera para sumar 127 yardas y una anotación.

Morris no corría 100 yardas o más, desde que en enero de 2016, jugando para Washington, lo consiguió enfrentando a Dallas.

El egresado de Florida Atlantic se convirtió en el segundo corredor de Dallas en obtener más de 100 yardas contra Redkins después de ser jugador de ellos. Se unió a Duane Thomas.

También fue una noche histórica para el receptor Dez Bryant, quien consiguió su anotación 72 por pase para superar al miembro del Salón de la Fama, Bob Hayes y convertirse en el jugador con más touchdowns por esta vía en la historia de la franquicia.

Después de empatar la marca de Hayes en la victoria del 22 de octubre contra los 49ers de San Francisco, Bryant se fue en cinco compromisos sin una recepción de touchdown, su peor racha desde que llegó a la liga (2010).

La conexión de Bryant con Dak Prescott sucedió al inicio del último periodo del juego con un pase de 13 yardas.

Prescott terminó con 102 yardas por aire y dos touchdown. El quarterback de los Boyz no lanzaba a las diagonales desde la lejana Semana 9.

El pasador tuvo una lesión en la mano, pero pudo continuar el resto del partido luego de perderse unas jugadas.

Dallas (6-6) comenzó rápidamente gracias a tres pérdidas de balón en la primera mitad y cuatro en general por Washington (5-7) y lo mantuvo funcionando después del medio tiempo con una ventaja de 21-7.

Los Cowboys necesitaban algún tipo de victoria.

No era necesario que fuera bonita ni necesitaban dominar. Sólo era impostergable ganar, y lo consiguieron en casa después de la mala racha que puso en riesgo el trabajo de su entrenador Garrett, quien respira al igual que todo Dallas.

Con eso terminaron una miserable racha de tres derrotas, en la que fueron superados por 92 puntos a 22.

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