Con grandes destellos de buen toreo de parte de los dos novilleros queretanos Brandon Campos y Juan Pablo Llaguno, se realizó la tradicional Novillada de Año Nuevo en la Plaza de Toros Santa María, que en contraparte mostró a una Paola San Román fuera de forma, que no logró cuajar faenas meritorias, aunque el público le brindó su apoyo.
El encuentro taurino en el que se presentaron tres jóvenes toreros queretanos lidiando ejemplares de La Paz y de Don Gonzalo Yturbe, no tuvo triunfadores con el corte de algún trofeo, sin embargo el público se mostró complacido con las acciones donde la valentía y el temple de Paola, Brandon y Juan Pablo fueron el plato fuerte de la tarde.
Abrió plaza Paola San Román
Con mirada decidida y gran carácter, la queretana se enfrentó primero a “Buen año”, ejemplar con el hierro de La Paz de 410 kilos, un novillo de juego complicado al que le saca algunas tandas con la muleta. Falló su primer intento con el acero y en el segundo logra buena estocada con el que la joven queretana se lleva la ovación del respetable.
Con el cuarto de la tarde, Paola no lució. “George”, de 373 kilogramos, no se prestó para su toreo e hizo una faena corta, se tiró a matar con una estocada perfecta que no le alcanzó para obtener un trofeo.
El siguiente en aparecer en el ruedo fue Brandon Campos en su presentación como novillero en la Santa María, quien enfundado en su traje verde olivo con detalles en oro, logró dos faenas de gran mérito.
Con su primer ejemplar de Gonzalo Yturbe, “Merengue”, consiguió una faena cumplidora por lo complicado del novillo que no se prestó para el juego necesario.
La gente estuvo metida con Brandon a quien no dejaron de apoyar desde los tendidos.
Lo mejor para Campos llegó con su segundo novillo, “Sevillano”, de La Paz, el más grande de todo el encierro con 428 kilos, y con el que pudo cuajar una gran faena a pesar de que casi es levantado por el toro durante las tandas de muleta.
Perdió el trofeo al lograr la estocada final en su tercer intento, pero demostró gran carácter y técnica.
Juan Pablo Llaguno es el más joven de los tres que se presentaron. Su toreo gusta y atrae a los aficionados taurinos ya que ven en él cualidades para convertirse en figura.
Con su primer ejemplar, “Mimos”, Juan Pablo se mostró discreto en su toreo. Mató pronto y aunque se llevó la ovación de los presentes, se va en blanco. Con su segundo de la tarde, “Pápalo”, Llaguno consiguió cuajar una faena de mucho mérito, pero el juez determinó que a pesar de una buena estocada no alcanzó a cortar algún apéndice.
Tras la lidia ordinaria hubo un toro de regalo para Juan Pablo, que toreó con clase y técnica, pero otra vez la falla con el acero hizo que no saliera triunfante.