No sólo dejaron parte de su carrera deportiva en México, sino también herencia.
Algunos jugadores extranjeros que militaron en el futbol mexicano, echaron raíces, tuvieron hijos que ahora tienen la nacionalidad de sus padres y también la de México.
Algunos de estos abrazaron la carrera futbolística y en algún momento de su carrera, podrían vestir la casaca tricolor.
Ahí está Diego Abreu, hijo de Sebastián el Loco Abreu, quien sigue jugando, ya hasta rompió la marca de un futbolista vistiendo distintas camisetas (26); ahí está Juan Ignacio Morales, hijo del Matute Morales, quien jugara en Cruz Azul, Veracruz; Federico Lavallén, vástago de Pablo Lavallén, ex defensor del Atlas; Santiago Giménez, heredero del Chaco y Benjamín Galdames, hijo del ex contención de los cementeros, Pablo Galdames, entre muchos otros.
La dirección de selecciones nacionales, encabezada por Dennis Te Kloese, ha mencionado al respecto, “tenemos muchos visores, que están al pendiente de futbolistas que juegan en el extranjero y que pueden ser considerados. Todo lo hacemos con base en reportes e investigación”.
Sus progenitores están conscientes de que sus hijos tienen esa posibilidad y en la mayoría de los casos, no lo ven mal. Pero la última palabra, es la de ellos.
Abreu sabe que se sigue de cerca a Diego, que juega de centro delantero. “A todos los que estuvimos mucho tiempo en el futbol mexicano, nos están sondeando para ver qué hacen nuestros hijos, sé que están al pendiente de él”, dijo. “Él bromea de que va a jugar por Uruguay y México. Que haga lo que crea conveniente y decida en su momento, sin presión”.
Similar es el caso de Benjamín Galdames, hijo de Pablo, ex volante de contención de Cruz Azul en la Copa Libertadores 2001. “Benja sabe que es mexicano, y un poco en serio, un poco en broma, dice que jugará por México. Él no tendría problema de jugar por la Selección Mexicana, ha dicho, ‘si me llaman voy allá’. Hasta el momento nadie le ha hablado, ni de Chile ni de México”, comentó.
Federico Lavallén, hijo de Pablo, ex del Atlas ha dicho abiertamente que quiere jugar de verde, blanco y rojo. “Viví diez años en México. Siempre he dicho que me gustaría jugar por México”.