Si bien el Barça dio un gran paso hacia la final de la Copa del Rey tras la victoria del jueves 1-0 sobre el Valencia, el ambiente en el estadio Camp Nou se mostró algo apagado, con apenas la mitad de su capacidad.
Pese a que Lionel Messi, Luis Suárez y el fichaje estrella del club Philippe Coutinho estuvieron presentes en el partido de ida de las semifinales del torneo, la cifra oficial de asistencia alcanzó sólo los 50 mil 959 espectadores.
Esta ha sido la segunda peor asistencia de la temporada para el Barcelona, después del partido contra el Sporting de Lisboa jugado en diciembre por la Liga de Campeones.
"No sé qué se puede hacer para incentivar", dijo el entrenador del Barcelona, Ernesto Valverde, en una rueda de prensa posterior al partido. "Supongo que el horario no ayuda, termina tarde, la gente trabaja, es invierno... nosotros intentamos hacer que los que vengan, disfruten", añadió.
Es un problema que la Copa del Rey lleva sufriendo toda la temporada. El Real Madrid, cuyo estadio tiene una capacidad de 81 mil personas, solo vendió 46 mil 409 entradas para su partido de cuartos de final contra el Leganés el mes pasado.
También quedaron vacíos más de 15 mil asientos en el encuentro entre el Atlético de Madrid contra elSevilla en la misma fase de la competición.
Hay una serie de razones por las cuales la asistencia es más baja en los partidos de la Copa del Rey que en los encuentros de La Liga.
La estructura de partidos de ida y vuelta de la Copa supone que los aficionados podrían tener cuatro partidos extra a los que asistir en enero y a principios de febrero, un periodo inmediatamente posterior a las fiestas navideñas en España, que tradicionalmente es el más austero del año.
Otros factores son las malas condiciones climáticas y los partidos en horario nocturno en medio de la semana. Todo esto se junta para garantizar que, tal y como está ahora, la Copa del Rey ofrezca pocas esperanzas de llegar a estimular el apetito de los aficionados españoles.
AR