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Kansas City .— Cuando era pequeño, Eduardo Herrera se sentaba enfrente de su televisor... “no muy cerca, porque mi mamá me regañaba”, y veía las caricaturas de su superheroe favorito: Superman.
Cuando comenzó a jugar y a correr tras la pelota, Lalo se sentía como el ‘Hombre de acero’ y esperaba que alguno de sus ídolos en la cancha festejara abriéndose la camiseta como lo hacía Clark Kent para transformase en el justiciero.
Nadie lo hizo, por eso, el delantero de los Pumas lo hace en honor a aquel niño pequeño. Y desde sus primeros festejos decidió mantener la línea.
Con dos minutos y ocho segundos como seleccionado, Eduardo Herrera se estrenó como goleador este martes y, por supuesto, festejó abriéndose la camiseta y enseñando que dentro de él hay todo un superheroe.
“Es un festejo que hago desde hace tiempo... Es como lo hace Superman, se abre la playera... Esto también lo hace Cam Newton de las Panteras de Carolina (en la NFL). Era de mis héroes favoritos de niño, me hubiera gustado ver a un jugador festejar como súper héroe”, en aquellos tiempos de niñez, comenta el artillero nacional.
Pero los tiempos del presente son de él, del nacido en la cantera universitaria. “Definitivamente estoy disfrutando mucho este momento, tratando de que me caiga el veinte. Todo ha sido tan rápido. Jugué unos segundos en el primer partido [contra Ecuador] y se habló mucho, pero sabía que en este juego [contra Paraguay] iba a tener oportunidad de mostrarme... Me voy satisfecho con lo que hice ante Paraguay”.
Estiró la pierna lo más que pudo y apenas tocó la pelota, lo suficiente para dejar sin oportunidad a Justo Villar, o suficiente para gritar gol... “Al minuto dos cae el gol. Sí sabía que hacer. Sólo pensé en mi familia, en todo lo que hemos pasado. Ellos ven cómo realizo mis sueños, que son sus sueños”.
Y es que su familia sufrió las veces que Lalo fue vilipendiado y echado para atrás en su carrera, jugando en la Liga de Ascenso, a pesar de tener más mérito y futuro que los extranjeros que estaban en el primer equipo de Pumas.
“Mira, no todo es fácil. Uno forma carácter con esos hechos. Jugué varios torneos con Pumas Morelos, pero no quité el dedo del renglón, seguí trabajando y ahora estoy aquí”.
¿Es un ave? ¿Es un avión? No, es Lalo Herrera. Y él no es un superhombre, sólo un niño que quiso serlo y como adulto, en la cancha de juego, puede convertir ese sueño en realidad.
