Los Warriors dieron un golpe de autoridad ante los Cavaliers de Cleveland.
Golden State venció 113-91 a los Cavs en el primer juego de las Finales de la NBA.
La historia se repitió, al igual que en 2015 y 2016; los de la Bahía vencieron a los de Ohio en el partido inaugural de la disputa por el trofeo Larry O’Brien.
Kevin Durant fue el líder en todos los aspectos para Golden State. KD no ocultó su necesidad por ese anillo de campeonato, tan deseado, que no pudo conseguir con el Thunder de Oklahoma.
Durant sumó 38 puntos y ocho asistencias para los Warriors, que no contaron con su coach Steve Kerr, por cuestiones de salud.
Fue un juego ríspido, de mucho contacto entre ambas quintetas. LeBron James no estuvo cómodo sobre la duela; anotó 28 puntos y sumó ocho asistencias.
The King estuvo controlado por la defensiva blanca, aunque tuvo una buena participación en la primera mitad del cotejo.
El nerviosismo salió a escena en el periodo inicial. La ofensiva local no aprovechó tiros que parecían de rutina.
Durant se dio el lujo de hacerle un dribbling a James, quien se quedó en el suelo y solamente pudo ver al “35” en una lujosa clavada, mientras el Oracle Arena vibraba de emoción.
Para el segundo cuarto, Golden State encontró más huecos en la defensiva de Cleveland, mas los campeones de la NBA reajustaron y recortaron la distancia.
En el cierre del partido, Warriors ya no tuvo compasión.
El próximo encuentro será el domingo, otra vez en el Oracle Arena.