SILVERSTONE.— La Fórmula 1 atraviesa una profunda crisis de neumáticos después del “explosivo” Gran Premio de Gran Bretaña: el debate sobre un boicot a la próxima carrera en Nürburgring crece por la preocupación de los pilotos por la seguridad y la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) pide explicaciones a la firma Pirelli.
La FIA anunció que se reunirá de urgencia el miércoles para tratar el asunto, al tiempo que su presidente, el francés Jean Todt, pidió rápidas soluciones al fabricante italiano.
El dueño de los derechos comerciales de la Fórmula 1, el británico Bernie Ecclestone, aseguró después de una reunión ayer con Todt que Pirelli podrá realizar seis jornadas de tests sin ninguna restricción para intentar aplacar el problema.
“Pudo haber graves accidentes, pero tenemos que ser cautelosos y saber exactamente qué es lo que no funcionó antes de decir nada más”, señaló Ecclestone.
Sin embargo, si no hay ningún cambio para el fin de semana los pilotos se podrían poner en huelga. “Discutiremos seguro sobre ello. Lo podríamos hacer por nuestra seguridad”, señaló el brasileño Felipe Massa, uno de los perjudicados por los reventones el domingo sobre el asfalto de Silverstone.
El director de la escudería austriaca Red Bull, Christian Horner, pidió regresar a los compuestos de 2012 por razones de seguridad.
“Lo más lógico sería cambiar a los neumáticos que funcionaron bien con anterioridad y lo cierto es que el año pasado no se produjeron esos fallos”, indicó el director del equipo del alemán Sebastian Vettel, actual campeón del Mundial.
Pero, ¿qué puede hacer Pirelli antes de que el viernes comiencen en Nürburgring los entrenamientos?
“Hemos visto algo que no entendemos”, dijo el jefe de deportes de motor de Pirelli, Paul Hembery.