Pocos tenistas en el circuito pueden presumir haberle ganado a tres jugadores del llamado Big Four de la ATP. Uno de ellos es el estadounidense Sam Querrey, tercer sembrado en el Abierto de Los Cabos.
El jugador de 1.98 metros de estatura y número 24 del ranking mundial ha sido verdugo de Rafael Nadal una vez y de Novak Djokovic y Andy Murray en dos ocasiones.
“Para mantenerte en la pelea en un mundo de monstruos deportivos tienes que estar seguro de que puedes ganarle a cualquiera. El nivel que se vive actualmente en el circuito es muy alto y por eso es necesario enfrentarse a los grandes para obtener el respeto de tus rivales. Contra el Big Four la exigencia es mayor, pero si tienes la mentalidad todo es posible; yo nunca tuve temor ni inseguridad cuando me enfrenté a ellos y por eso fue que pude vencerlos”, comentó el estadounidense.
A sus 29 años de edad, Querrey suma nueve títulos, uno de ellos conseguido en febrero de este año en el Abierto de Acapulco tras derrotar, precisamente al favorito del torneo, Rafael Nadal.
“La primera mitad de la temporada no ha estado nada mal, en febrero gané en México y avancé hasta las semifinales en Wimbledon; eso me llenó de energía y de nuevas metas. En lo que resta del año lo que espero es seguir cosechando buenos resultados, pero sin presionarme”.
Junto con John Isner, Sam se considera líder del tenis de su país, aunque espera pronto ser desbancado.
“Creo que John y yo lo hemos hecho bien, pero el tenis cambia todo el tiempo; la verdad espero que una nueva generación de jugadores de mí país puedan mejorar y tomar nuestro lugar”.
El jugador es dueño de un récord poco conocido. En 2007, en un partido contra James Blake en Indianapolis, metió 10 sevicios as consecutivos, algo nunca visto en el circuito. A su potente servicio le suma además una derecha envidiable. Murray lo sufrió en carne propia cuando el estadounidense lo eliminó en cuartos de final en Wimbledon.
Querrey debutará hoy en Los Cabos ante el estadounidense Evan King, quien eliminó al mexicano Manuel Sánchez.
