La temeridad de Javier Báez al correr por los senderos volvió a dar frutos, John Lackey brilló en una labor de siete capítulos, y los Cubs de Chicago se impusieron ayer 2-0 a los Braves de Atlanta, para hilvanar su quinto triunfo consecutivo.
Los Cubs tomaron la ventaja en definitiva gracias a Báez. El boricua se embasó al gestionar un boleto en el comienzo de la tercera entrada, y avanzó con un sacrificio de Lackey.
Después de que Ben Zobrist elevó un globo al prado central, Kyle Schwarber pegó una roleta mansa por la raya de la antesala. El lanzador Mike Foltynewicz se deslizó para atrapar la esférica y realizó un buen tiro a la inicial, sin evitar que Schwarber llegara antes a la almohadilla, para un sencillo dentro del cuadro.
Báez no dejó de correr, y se deslizó en home antes de que lo tocara el catcher Kurt Suzuki. El miércoles, Báez se robó el home en una victoria sobre Pittsburgh.
Lackey (11-10), toleró tres hits, recetó cinco ponches y no dio boletos. Mejoró a una foja de 6-1, con una efectividad de 3.83 en nueve aperturas desde la pausa por el Juego de Estrellas.
El derecho de 38 años retiró a sus últimos 16 rivales después de que Dansby Swanson le conectó un sencillo en el segundo acto.
Anthony Rizzo añadió dos hits a la causa de los Cubs, líderes de la División Central de la Liga Nacional, que obtuvieron su undécimo triunfo en los últimos 14 partidos.