Ahí, entre vivos y muertos subsisten los zombies. Aquellas criaturas que se suponen muertas, pero que mediante algún trazo de brujería han sido reanimadas. Con los ojos en blanco, remarcadas ojeras y tonos grisáceos en las mejillas, así se ve a la mayoría de las ánimas futboleras, en la descafeinada Liga, próxima a concluir, mientras la huesuda enloquece en su afán por calcular a cuántos “muertos” agregará en su fúnebre canoa.
Ajenos al crujir de dientes se hallan Xoloitzcuintles, Diablos Rojos, Esmeraldas y Águilas, todos con su boleto garantizado a la gran fiesta de los pastelazos balompédicos. Mas, al margen de esa mayúscula alegría se encuentran 10 zombies, incapaces de robar una sonrisa a sus aficionados. Deambulan en una especie de limbo, que se entremezcla con aburrición, mediocridad y decepción.
Cruz Azul es el más adelantado de ellos. A dos puntos de la clasificación, podría agregarse a la pachanga muy a su estilo, esperanzado en colarse más por los desaciertos de sus contrincantes que por sus propios méritos. Aunque, en esta ocasión, el último campeón, Santos Laguna, es su próximo adversario. Involucrado entre los zombies, el once guerrero sabe que sus sueños liguilleros podrían extinguirse con un nuevo descalabro en el TSM.
Pumas, en alto riesgo de eliminación, aún aspira a un “milagro”, luego de sacudirse al esotérico Mario Carrillo, quien cual mágico chamán ha modificado el rostro felino en una cadavérica y desdentada aparición. Jaguares, resucitado por extrañas artes, lo acechará hoy en la selva chiapaneca y entre ambos se jugarán una de sus últimas cartas.
A la sepulturera jornada del día de muertos se agregan Chivas y Tuzos. Los primeros, en su visita a Querétaro, parecen tener garantizados los tres puntos contra los enterrados Gallos Blancos, mas las diabluras en el mundillo de las patadas suelen ser terribles. ¿Quién no ha imaginado ya el primer triunfo queretano frente a la pálida ingeniería holandesa? Por eso ya nadie se atreve a garantizar la victoria rojiblanca. Y del lado hidalguense, Hugo Sánchez procurará reanimar a los Tuzos en su primera visita al Estadio Azteca como entrenador del Pachuca. Ahí, El Piojo Herrera, con sus Águilas reales, podría ser su perdición.
Monarcas, Rayados, Potros e incluso los Tigres también se debaten entre la vida y la muerte, por lo que el clásico del norte serviría como daga letal contra el regio que se atreva a perderlo.
San Luis, Puebla, Atlas y los multicitados Gallos Blancos aguardan a la mayoría de estas agónicas entes en el mundo de los “muertos”, dado que sólo quedan cuatro entradas y son muchos los suspirantes.
Comprende la huesuda que son más quienes aspiran a añadirse a sus entrañas y por eso tolera que los zombies troten sin sentido en pos del balón, a menos que entre tantas fantasmagóricas opciones resurja alguna capaz de desafiar a los vivos en la fiesta de fin de año, con tal de llevarse algo para su calaverita.