OWINGS MILLS, Maryland.— Su simple presencia en el emparrillado es intimidante. El número 52 de los Cuervos de Baltimore impone respeto.
Ray Lewis pasó 17 años de su vida como uno de los mejores jugadores defensivos en la historia de la NFL, se ganó el respeto de sus compañeros y fue su líder en el casillero
En su carrera profesional como linebacker de los Cuervos lo consiguió todo, pero ahora tiene un nuevo reto que desea cumplir: ser padre de tiempo completo.
Lewis anunció ayer que le pondrá fin a su brillante trayectoria en la NFL al término de la participación de los Cuervos en los Playoffs.
Lewis ha permanecido en la banca desde el 14 de octubre al presentar un desgarre en el tríceps derecho. El 13 veces elegido al Pro Bowl desea estar en el campo de juego este domingo para enfrentar a los Potros de Indianapolis, en el que podría ser su último partido en casa.
“Todo lo que comienza tiene un final”, comentó Lewis de 37 años de edad. “En mi caso, hoy le dije a mi equipo que este sería mi último viaje”.
Lewis dejará los emparrillados porque desea pasar más tiempo con sus hijos. Mientras trabajaba para recuperarse de su lesión, Lewis fue a ver jugar futbol a dos de sus hijos que forman parte del mismo equipo de la secundaria en la que estudian en Florida. Además desea ver a Ray Lewis III como jugador novato de la Universidad de Miami la próxima temporada, la misma institución en la que estudió su padre antes de ser elegido por Baltimore en la primera ronda del Draft de 1996.
“Dios me está llamando”, dijo Lewis. “Mis hijos han hecho un gran sacrificio durante los últimos 17 años. Ya no quiero verlos hacer lo mismo por más tiempo. Ya hice todo lo que quise hacer en este negocio, y ahora es mi turno de regresarles algo de lo que ellos me han dado”.
Por esta razón es que Lewis se quitará su uniforme con el número 52 cuando los Cuervos sean eliminados de la presente postemporada o que ganen su segundo Super Bowl.
“Es esto o mantenerme jugando y dejar a mis hijos solos un tiempo que bien podríamos compartir juntos”, expresó Ray. “Siempre le prometí a mi hijo que si conseguía una beca completa, su papá estaría allí. No puedo romper mi promesa”.
Lewis fue nombrado Defensivo del Año en la temporada 2000, la misma en la que los Cuervos derrotaron 34-7 a los Gigantes de Nueva York en el Super Bowl XXXV, duelo en el que fue nombrado Jugador Más Valioso (MVP, por sus siglas en inglés).
También fue Defensivo del Año en 2003, y es el único jugador en la historia de la NFL con al menos 40 capturas de quarterback y 30 intercepciones. “Yo nunca practiqué este deporte por las estadísticas individuales, sino para hacer de mi equipo un mejor conjunto”, opinó.
Lewis fue parte de la Parvada Negra desde que se mudaron de Cleveland. Tras ser elegido con el selección 26 global en el primer Draft de los Cuervos. De inmediato se convirtió en el máximo referente de esta escuadra y su figura más amada.
Ray Lewis deja un legado importante a la NFL, un heredero digno de las proezas de Lawrence Taylor, Derrick Thomas y Mike Singletary, entre otros tantos. El 52 de los Cuervos será siempre recordado por su entrega y pasión por este deporte.