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Dejar al campeón del futbol mexicano para enrolarse con un equipo de la Segunda División de Inglaterra, a Miguel Layún le parece que no es un paso hacia atrás en su carrera. Lo dice en defensa de su sueño europeo.
“Para mí no es un retroceso. Tengo una ilusión grandísima de triunfar en Europa”, aclara el seleccionado nacional. “Tengo la oportunidad con el Watford en la Championship. Es de mucho valor dejar lo que tenía en México, como títulos y gafete de capitán, cosas que no se logran tan fácilmente. No me voy por dinero, ni nada de eso, sino por cumplir un sueño”.
Layún se despidió ayer de su familia en el aeropuerto capitalino. Le dio un beso a su esposa que está embarazada. Sus padres le dieron un abrazo caluroso y sus hermanas lo llenaron de buenas vibras.
El veracruzano se dio tiempo de posar con una bandera mexicana y tomarse fotos con sus fans.
Minutos después, entró a la sala de abordar para tomar el avión rumbo a Londres, Inglaterra, y reportar con el Watford para oficializar el fichaje.
Emprender una nueva aventura le representó al ex lateral azulcrema “sacrificar un poco en lo económico, pero estoy seguro que valdrá la pena”.
Busca cumplir con los retos que le vienen. Pasará de pelear los títulos con el América a la lucha por ascender a la Liga Premier inglesa con toda la presión que eso significa.
“Estoy puesto para el ascenso con el Watford. Está en una posición bastante buena de cara al segundo semestre del torneo, donde hay pocos puntos de diferencia con los primeros dos lugares, que son los que ascienden directo, y espero poder aportar para buscar ese objetivo”, asume.
Layún dice sentirse más maduro que cuando emigró a Italia hace casi cinco años.
“Sin duda es un momento distinto al que viví en 2009 con Atalanta. Muchísima madurez que me dio todo lo que viví: los momentos malos, los buenos, los regulares y los excelentes. Todo eso me lleva de una manera distinta al futbol europeo”, describe.
La nueva historia del que fuera capitán americanista en el viejo continente durará cinco años como dice su contrato con el Granada español.
Va por triunfar con el modesto Watford, lejos de las comodidades y reflectores que tenía en México.