Phoenix. .— Tom Brady se llevó a casa el trofeo como Jugador Más Valioso del Super Bowl XLIX, pero el triunfo de los Patriots de Nueva Inglaterra sobre Seattle no se hubiera concretado si un desconocido jugador no aparece para realizar una intercepción que evitó que los Seahawks sacaran el partido en los segundos finales.
El esquinero Malcolm Butler, quien no fue seleccionado en el draft por ningún equipo, leyó a la perfección la trayectoria del receptor Ricardo Lockette y se adelantó para conseguir una intercepción que selló la victoria 28-24.
Dos jugadas antes, Kearse le ganó el duelo al completar una espectacular recepción que puso a Seattle dentro de la yarda 10 de los Patriots, que parecía podrían quedarse con las manos vacías por tercer Super Bowl en fila a pesar de la gran actuación de Brady, quien había comandado la remontada de 10 puntos ante la mejor defensa de la Liga.
“Fue devastador que me completara esa jugada”, afirmó Butler.
Acostumbrado a ir contra la adversidad, el novato egresado de la pequeña Universidad de West Alabama, mostró carácter y buscó su revancha ante Seattle.
Butler, quien ni siquiera estaba considerado en el plan de juego original para el partido, se reivindicó con la intercepción y al salir del anonimato hizo ver mal al resto de los 31 equipos de la NFL que no le dieron una oportunidad y se convirtió en una historia más de éxito para el entrenador Bill Belichick.
“Malcolm es parte de los jugadores a los que nosotros llamados ‘los pocos, los orgullosos y los libres’”, afirmó Belichick sobre los agentes libres que firman y que han hecho que la franquicia se mantenga en niveles de excelencia desde hace 15 años. “Hizo un gran trabajo en los ‘mini-camps’ de novatos y tuvimos que hacer varios movimientos para firmarlo y sí, es un gran salto pasar de West Alabama a la NFL”.
En West Alabama, un programa de la División II, terminó su elegibilidad con 45 tacleadas y dos intercepciones, números sólidos pero poco impresionantes para el nivel y sólo Nueva Inglaterra le abrió la puerta para ofrecerle la oportunidad de buscar un lugar en el campamento de entrenamiento, algo que finalmente consiguió.
“Yo siempre dije que tenía el nivel para jugar en esta Liga”, dijo Butler. “No importa de dónde vengas, lo que importa es lo que hagas cuando te llegue la oportunidad”.
La jugada que probablemente le cambiará la vida a Butler vino cuando Belichick lo puso en el campo en lugar de Kyle Arrington, quien había pasado una noche de pesadilla intentando cubrir a Chris Matthews.
“Tuve una visión de que iba a hacer una gran jugada y se hizo realidad. Soy un bendecido, es algo que no puedo explicar en este momento, es una locura”, afirmó Malcolm el domingo por la noche.
Esa visión de Butler, quien terminó el partido con tres pases defendidos, tres tacleadas y la intercepción, lo volverá en un recuerdo imborrable en la memoria colectiva, pero en especial en el corazón de Brady, quien gracias a un desconocido ahora está considerado como uno de los tres quarterbacks más ganadores de la historia con tres anillos de Super Bowl.
“Que gran jugada hizo Malcolm, un novato haciendo una jugada así para darnos el triunfo en un Super Bowl es realmente increíble”, afirmó Brady durante la conferencia de prensa de ayer, en la que se presentó con el coach Bill Belichick.
Tan increíble como el final del Super Bowl XLIX.