El Super Bowl es el evento deportivo más esperado del año en Estados Unidos. Más allá de los millonarios dividendos que el espectáculo genera, la edición de mañana llega cargada de sorpresas y curiosidades.
A continuación, las principales cifras y datos en torno a la gran final del fútbol americano que disputarán en el U.S. Bank Stadium de Minneapolis los New England Patriots y los Philadelphia Eagles:
COSTOSAS ENTRADAS: Cada silla de las casi 70.000 que tiene la majestuosa casa de los Minneapolis Vikings costó entre 900 y 5.000 dólares, aunque se estima que un boleto de reventa podría estar entre los 10.000 y 20.000 dólares.
30 SEGUNDOS PARA VENDER: Al menos una docena de marcas desembolsaron 5,5 millones de dólares por cada comercial de 30 segundos. El impacto de las imágenes es incalculable para Pepsi, Snickers, BMW, Audi, M&M’s, Kraft y Doritos, entre otros, debido a que se estima una audiencia de 111 millones de personas.
PREMIO MILLONARIO: Los números para los jugadores son también jugosos. Los campeones se llevarán 112.000 dólares por cabeza, mientras que los subcampeones recibirán cada uno 56.000 dólares. Además, el trofeo en plata de 60 centímetros de alto es fabricano desde 1967 por la joyería Tiffany & Co. y tiene un costo aproximado de 50.000 dólares.
ALITAS DE POLLO Y CERVEZA: Tal vez las cifras más exorbitantes del Super Bowl son las atribuidas a la comida y las bebidas. De acuerdo con la Revista "Popular Science", los estadounidenses comen unas 1.330 millones de alitas de pollo y beben cerca de 1.230 millones de litros de cerveza en cada final.
AGUACATE: Mañana será el día del año en que los estadounidenses ingieren más cantidad de este producto agrícola, sobre todo en forma de guacamole con totopos (nachos). De acuerdo con ProMexico, el organismo mexicano promotor de inversiones, en los 15 días previos a la gran final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) se exportaron 40.000 toneladas de aguacate. En toda la semana que rodea al Super Bowl el consumo llega a unas 100.000 toneladas, unos 290 millones de piezas.
BLANCO Y VERDE: Los Patriots, que lucharán por su sexto título, eligieron el uniforme color blanco para la final mientras que los Eagles llevarán en sus atuendos su tradicional color verde.
MÁSCARAS DE PERRO: Los jugadores del equipo de Philadelphia Lane Johnson y Chris Long celebraron con máscaras de pastores alemanes la inesperada victoria ante los Falcons el mes pasado e impusieron en su hinchada el uso de las caretas de látex que ya son virales.
PREDICCIONES DEL CAMPEÓN: Al igual que en cualquier campeonato, los animales de varios parques y zoológicos del país han hecho predicciones. Un oso, un elefante, un hipopótamo, un zorrillo y un camello eligieron al equipo de Philadelphia como ganador frente a una jirafa y un grupo de cachorros que prefirieron ir por los Patriots.
CASI 5.000 MILLONES DE DÓLARES EN APUESTAS: Aunque las apuestas deportivas en Estados Unidos son legales solo en el estado de Nevada, la Asociación Americana de Juegos de Azar estimó que durante el Super Bowl los norteamericanos apostarán unos 4.760 millones de dólares en todo el país.
13 MINUTOS PARA JUSTIN TIMBERLAKE: El cantante repite por tercera vez un show en el entretiempo de la final más importante del deporte estadounidense después de 2001 y 2004 cuando lo hizo con la banda *NSYNC y Janet Jackson, respectivamente. Se presume que el artista de 37 años emplee 13 minutos en el descanso en medio de las gélidas temperaturas de Minneapolis.
FAMOSOS QUE ASISTIRÁN A LA FINAL: Pink cantará el himno nacional después de las presentaciones de Sting y Darius Rucker. Además, está casi confirmada la asistencia al juego de Bradley Cooper, Will Smith y Tina Fey, todos fans de los Eagles, así como la de Matt Damon, Ben Affleck, Elton John y la supermodelo Gisele Bündchen -esposa del "quarterback" Tom Brady- que apoyarán a los New England Patriots.
SIN PRODUCTIVIDAD EL LUNES DESPUÉS DEL SUPER BOWL: Según una encuesta realizada por la firma Challenger, Gray and Christmas, Inc. el lunes después del Super Bowl se ha consolidado como un día de millonarias pérdidas debido al abstencionismo laboral.