Nueva York .— La NBA suspendió un partido sin goce de sueldo al astro de los Rockets de Houston, James Harden, por propinar una patada en la ingle al estelar LeBron James, de los Cavaliers de Cleveland.
Los dos jugadores, quienes son compañeros en la selección olímpica estadounidense, se enredaron en una jugada durante el tercer cuarto del partido que los Rockets ganaron el domingo 105-103 a los Cavaliers. Harden cayó de espaldas sobre la duela y le propinó la patada a James.
Los árbitros marcaron una falta flagrante de primer grado a Harden. La NBA modificó el fallo ayer y determinó que se trataba de una falta flagrante de segundo grado, que debió haber ameritado la expulsión automática del escolta.
Disgustado, James dijo después del partido que la patada “no fue una jugada propia del basquetbol”, y pidió que la liga revisara el asunto.
“Seguro que la liga lo revisará”, agregó LeBron. “No tengo idea del porqué lo hizo, eramos dos competidores luchando por ganar un partido”.
Harden, el líder anotador de la campaña y uno de los principales candidatos al premio al Jugador Más Valioso, no estará presente hoy, cuando los Rockets visiten a los Hawks de Atlanta, el mejor equipo de la Conferencia Este.
Harden no habló ayer con los reporteros, pero después el partido dijo que la jugada fue una reacción al caer.
No es la primera vez que la liga suspende a un jugador por dar una patada en la ingle.
En la temporada 2012-13, el guardia de Miami, Dwyane Wade, fue castigado por darle una patada a Ramon Sessions.
En las semifinales de Conferencia del Oeste en el 2006, el guardia Jason Terry, entonces de Dallas, golpeó con el puño en la ingle de Michael Finley, quien jugaba de guardia con los Spurs de San Antonio y también se fue un juego.
El partido del domingo fue muy ríspido porque hubo cinco faltas técnicas, 16 faltas normales en el tercer cuarto y la flagrante de Harden.