La violencia se desató previo al juego entre Cruz Azul y Querétaro. La hinchada cementera mostró ser de mecha corta, al encararse con policías.
En la calle Indiana, frente al acceso 5 del estadio Azul, un grupo de seguidores celestes reaccionaron con violencia a los insultos de un contingente de fans queretanos.
Pero, en medio de la confrontación se encontraban elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México. Los uniformados trataron de repeler la bronca, pero quedaron atrapados en una campal donde se arrojaron piedras; no hubo heridos.
Al final, la policía escoltó el ingreso de los aficionados visitantes.