Han pasado más de tres lustros desde la última vez que se escuchó el feroz rugido de ese titán azul que duerme una larga siesta, pasividad de la que Ignacio Ambriz no se fía.
La siguiente “final” para sus Gallos Blancos será frente a los Cementeros, que sólo han ganado uno de los más recientes ocho juegos disputados en el Clausura 2013 (tres empates y cuatro derrotas).
El presente de ambos coloca la etiqueta de favorito al Querétaro, la que Ambriz se empeña en hacer a un lado, con base en la leyenda de ese titán azul que cada medio año amaga con despertar e infundir temor a todos sus contrincantes.
“Yo no lo veo en crisis”, advierte el director técnico de los Gallos. “[El Cruz Azul] es de los equipos que se refuerzan para ser campeones”.
“Hay cuestas arriba y abajo. Hoy le está tocando estar en la cuesta abajo, pero es un equipo que tiene jugadores de gran calidad y en cualquier momento cambian todo en favor de ellos”.
Hipótesis no cumplida durante los últimos dos meses, lo que tiene a La Máquina tan necesitada de puntos como su próximo adversario, que se mantiene invicto bajo las órdenes del ex volante de contención (tres victorias y cuatro empates). Esa imbatibilidad alimenta su sueño de no descender.
“La clave es que sigamos haciendo nuestra tarea, porque venimos haciéndola bien o aceptable, para decir que estamos luchando por no descender”, afirma. “Sabemos que no dependemos de nosotros, sino de otros rivales que hacen su trabajo”.
Después de 12 jornadas en el Clausura 2013, el Querétaro se ubica sexto en la clasificación, con 18 puntos, pero sigue en el fondo de la tabla porcentual, a seis unidades del San Luis.
Es por eso que el estratega sólo se enfoca en la misión para la que fue contratado. La Liguilla es una simple utopía. No podrían jugarla si pierden la categoría.
“Las reglas están hechas”, recuerda, enérgico. “Mientras nosotros estemos descendidos, nuestra clasificación no vale”.
“Se habla de méritos y no los van a reconocer, porque hoy [el Querétaro] está descendido. Todos los días hablo con los jugadores de que esto se va a decidir hasta la última jornada”.
Por lo que la necesidad de sumar cada vez es mayor. El próximo sábado, frente al Cruz Azul, el único resultado que les sirve es el triunfo.
“Nuestro margen de error es cada vez más corto”, alerta. “El sábado [contra Santos], el equipo hizo un gran partido y, quedando con 10 hombres, nos alcanzó para quedarnos con un punto”.
Lo que no serviría de mucho ante el titán azul de prolongado sueño.