TOLUCA.— Ojos vidriosos, voz rasgada, gigantesca sonrisa. Antonio Mohamed personifica a la plenitud personal, profesional y espiritual.
El título conseguido en el Nemesio Díez, tiene un importante valor agregado para El Turco, quien no olvida que Tijuana es una ciudad que suele estar relacionada con la violencia.
“Es una alegría enorme para la gente que ya se hable de otra cosa de Tijuana, y no sólo que es una ciudad insegura. Que se hable muy bien de Tijuana y que el equipo es campeón”, sentencia el técnico de Xolos. “Lo que queremos es ya estar con nuestra gente, celebrarlo en el Caliente”.
Su continuidad en el banquillo fronterizo se decidirá hasta hoy, pero el argentino deja entrever que se mantendrá con el actual monarca.
“Necesitamos platicarlo, pero es muy probable que siga”, explica. “Necesitamos reforzarnos para el próximo torneo, porque además vamos a jugar la Copa Libertadores”.
Torneo en el que desea hacer historia al mando de este grupo de hombres que acaban de tocar el cielo.
En su gloriosa vuelta al pasado, Mohamed recuerda las innumerables viscisitudes a las que se tiene que enfrentar el equipo fronterizo.
“Para cada partido, teníamos que quedarnos sin entrenar un día, ya que los vuelos eran muy largos a cualquiera otra ciudad”, rememora. “Perdimos tres partidos en todo el año: dos del torneo y una de Copa. Es increíble el esfuerzo que han hecho”.
“Y todavía después de ganar la ida de la final, dudaban de nosotros, que si era por la cancha sintética. Ya se dieron cuenta que eso no tiene que ver. Es un equipo de hombres que juega igual en cualquier cancha y merece el reconocimiento de todo el futbol mexicano”.
Sobretodo, porque lograron el título con tan solo año y medio en la Primera División: “Ahora tendrán que hablar de nosotros, porque ya tenemos los mismos títulos que el Atlas y el Morelia... La misma historia”.
“Lo que debemos hacer es no marearnos con esta gloria, porque nos llegó muy rápido”, agrega. “Los procesos se han acelerado en este club, pero esto es muy distinto a aquel Toros Neza, porque aquí hay muchas cosas, como fuerzas básicas. La institución debe crecer a la par de lo que lo está haciendo el equipo”.
Y antes de partir, el infaltable y sentido recuerdo para los dos ángeles que le cuidan: “Quiero disfrutarlo mucho con toda la familia que tengo aquí, pero siempre me acuerdo de mi papá y mi hijo [Farid], quienes ya no están conmigo”, finalizó.