Del otro lado del teléfono se escucha a Ricardo La Volpe con una voz de tranquilidad, alejado de cualquier sensación de tragedia por la negativa de Carlos Vela para ir al Mundial de Brasil 2014 con México.
El ex estratega del Tri descarta que La Hiena sea un jugador que marque “una diferencia abismal”. En cambio cree que se le puede reemplazar por algún otro muchacho.
“No creo que la Selección Nacional dependa de un jugador. [Vela] es un jugador que está bien, pero punto y aparte. No es un jugador que no se pueda reemplazar. Si Vela venía no sé si pudiera tapar, porque no puedas llevar a todos, a [Alan] Pulido o a [Raúl] Jiménez. Hoy hay jugadores que lo están haciendo bien”, analiza El Bigotón.
Luego del rechazo del delantero de la Real Sociedad hacia Miguel Herrera, actual seleccionador, a La Volpe le queda claro que es momento de mirar hacia el frente, pues es un tema que ya tuvo fin ayer.
“Estoy seguro que está cerrado [el caso]. Con un nuevo técnico se empieza de cero, se pensaba que aceptaría venir, ya ahora, no creo que haya nada que hacer en volverlo en convocar, está muy cerca el Mundial”, afirma.
Mas las razones por las que Carlitos no ha regresado a vestir los colores tricolores le parece digno de análisis al estratega argentino, pues cree que no está del todo clara la fundamentación de sus rechazos al conjunto mexicano que ha hecho el originario de Cancún.
“Lo máximo para un jugador es estar en una Selección y estar en un Mundial es el logro máximo de un futbolista. No entiendo qué ocurrió, habrá pasado algo que la verdad no creo que sea futbolístico; creo que hay algo detrás de lo que nunca ha hablado”, enfatiza.
Sin embargo, Ricardo Antonio descarta que La Hiena pierda una vitrina para colocarse en algún gigante del futbol mundial: “En Europa, los visores están continuamente viendo y puede pasar a otro equipo. A mí lo que me extraña es que lo máximo, cuando se está formando a los 16, 17 años es jugar en un gran equipo, salir campeón, pero el objetivo más grande que tiene un jugador es jugar en la Selección en un Mundial que se juega cada cuatro años”, concluye.