Convencido de que nadie es indispensable en la Selección Nacional, Manuel Lapuente recordó un pasaje que vivió cuando era técnico del Tri rumbo a Francia 1998, en el que algún futbolista se negó a asistir a su convocatoria. El viejo estratega se reservó el nombre y ocultó el hecho, lo que a la postre evitó un escándalo similar al que en la actualidad se experimenta con el delantero Carlos Vela.
“No fue tan feo”, rememoró Lapuente. “Rumbo al Mundial no hubo ningún pero, pero en algunos amistosos tuve un sí y un no y yo lo respeté”.
Agregó: “Hubo una negativa de un jugador a venir con la Selección, sí, pero ni siquiera lo di públicamente. Sus razones debió tener muy poderosas y ya ve que afortunadamente no hizo falta. Qué bueno”.
En la misma sintonía “no hace tanta falta Vela, yo así lo veo”.
Aún hoy, después de tantos años, Lapuente mantuvo oculto el nombre de dicho futbolista: “Esas cosas se manejan en privado, entre jugador y técnico y se respetan hasta que muera uno. Eso no se dice nunca”.
—¿Faltó manejo en el caso Vela, como el que usted le dio?
“No, porque él hizo público que no quería venir y tampoco el técnico se va a rasgar las vestiduras por la negativa. No. Si no quiere venir, que no venga y se acabó. A otra cosa”, respondió.
Al abundar sobre la postura de Carlos Vela, Lapuente celebró que así se haya dado: “Qué bueno, porque la incertidumbre es lo peor para todos. Ya se negó otra vez, adiós, punto, se acabó. Nadie es indispensable. No hay ni un solo jugador indispensable en México, todavía no lo hay. Por eso [Miguel Herrera] nombró a uno, nada más, quien va a ser su líder [Rafael Márquez], pero no indispensable. Qué bueno que se decidió de una vez”.